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ALGUNAS RESPUESTAS DE QUORA
por David Pearce (2015-24)
David Pearce answers Quora questions

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  • En un solo párrafo, ¿cuáles son tus posturas filosóficas?

    Lo único que importa es el eje placer-dolor. El placer y el dolor revelan la medida intrínseca del valor y desvalor en el universo. Nuestra obligación ética principal es minimizar el sufrimiento. Una vez que hayamos reprogramado la biósfera y eliminado las experiencias bajo el “cero hedónico”, deberíamos construir una civilización que cumpla con las “triple S” y que se base en gradientes de felicidad sobrehumana. La naturaleza definitiva de la realidad me deja perplejo, pero los agentes morales inteligentes tendremos que entender el multiverso si deseamos comprender la naturaleza y el alcance de nuestras responsabilidades cosmológicas. Mi hipótesis provisional es el fisicalismo no-materialista. Formalmente, las ecuaciones de la física describen de manera completa el mundo, el cual es, presumiblemente, una analogía relativista de la ecuación universal de Schrödinger. Provisionalmente, soy un monista de la función de onda que piensa que somos patrones de qualia en un complejo espacio de Hilbert de múltiples dimensiones. La experiencia revela la naturaleza intrínseca del mundo físico: el “fuego” que anima las ecuaciones. Las soluciones de la MCC o su generalización dan como resultado los valores de los qualia. En mi opinión, lo que vuelve especiales a las mentes biológicas no es la experiencia subjetiva per se, sino la capacidad de tener uniones fenoménicas no psicóticas. La unión fenoménica es la razón evolutiva de la consciencia. Sin el principio de superposición de la mecánica cuántica, nuestras mentes no podrían simular los patrones en el ambiente que son pertinentes para la eficacia biológica. Cuando estamos despiertos, somos mentes cuánticas que ejecutan simulaciones del mundo subjetivamente clásicas. Adhiero al realismo inferencial con respecto a la percepción. En el plano metafísico, exploro una ontología del cero: el contenido total de información en la realidad es cero; en caso contrario, información tendría que crearse de manera milagrosa a partir de la nada. Epistemológicamente hablando, me inclino por un escepticismo radical que no hace falta explicar. Por desgracia, la historia de la filosofía en conjunto con el principio de mediocridad sugieren que parloteo tantas tonterías como cualquier otra persona.

  • ¿Es posible implementar el imperativo hedonista? ¿Es realmente imprescindible para la vida sintiente la búsqueda de la autosatisfacción?

    La viabilidad técnica difiere de aquello que es socialmente realizable. El imperativo hedonista (HI) fue escrito en 1995. Los argumentos técnicos en contra de la abolición gradual de la biología del sufrimiento parecen hoy menos convincentes que hace dos décadas gracias al control sobre nuestro código genético, el desarrollo de la carne in vitro y la revolución de las CRISPR en el área de la biotecnología.
    (Véase Genetically Engineering Almost Anything [Diseñar casi todo genéticamente])

    ¿Pero cómo podemos prever los resultados de la revolución reproductiva de "bebés de diseño" que se nos avecina? En un futuro en el que los padres podrán seleccionar de antemano los límites hedónicos superiores e inferiores así como los puntos de ajuste hedónicos de sus hijos, ¿cuál será la naturaleza de la presión de selección?
    (Véase The Reproductive Revolution [La revolución reproductiva])
    "Autosatisfacción" no es un término muy noble ni sublime. Pero el propósito de enriquecer drásticamente los puntos de ajuste hedónicos no es solo mejorar la calidad de vida que por defecto tiene todo el mundo, sino más bien servir de apoyo para el pensamiento crítico, la responsabilidad social, el desarrollo de motivaciones más profundas y el progreso intelectual. Pedir que la vida se base en gradientes de felicidad inteligente es muy diferente de pedir que todos vivamos en un "éxtasis perpetuo". Una buena introducción en video a la idea de una civilización basada en las "Tres S" (superfelicidad, superlongevidad y superinteligencia) se encuentra, quizás, en Introduction to Transhumanism [Introducción al transhumanismo].

    "Que todo lo que tiene vida esté libre de sufrimiento", dijo el Buda Gautama. En comparación con las crueldades de la vida darwiniana, pienso que es una meta moralmente admirable aspirar a un "budismo más biotecnología" o quizás "Bentham más biotecnología". Por el contrario, los críticos predicen que el dolor y el sufrimiento involuntarios perdurarán tanto como la vida misma. Y a veces hasta lo promueven.

  • ¿Por qué motivos los habitantes del futuro podrían pensar que somos salvajes?

    El rasgo más salvaje de la vida humana está justo frente a nuestras narices. Lo que hoy se hace pasar por civilización humana fue fundado sobre el abuso industrializado de los animales. Los animales no humanos que asesinamos en granjas industriales son tan sintientes y sapientes como los bebés humanos. Alguien tan perverso como para dañar a bebés de la misma forma en que los humanos dañamos a los cerdos sería encerrado de por vida. Nuestras víctimas no han cometido crimen alguno. Sufren y mueren solo porque los consumidores prefieren el sabor de su carne a las alternativas libres de crueldad. La civilización será invitrotariana o vegana.

  • ¿Deberíamos prevenir el dolor y el sufrimiento de los animales silvestres? ¿Por qué o por qué no?
    "La cantidad total de sufrimiento que existe en el mundo natural cada año excede todo cálculo imaginable".
    (Richard Dawkins)
    ¿Deberíamos conservar, reformar o abolir la vida darwiniana? En la actualidad, los humanos lastiman de forma sistemática a los animales no humanos que mantienen prisioneros en granjas industriales y mataderos. Hasta el día en que clausuremos estas fábricas de muerte, la idea de ayudar de forma sistemática a los animales que viven en libertad parece una fantasía. Pero la revolución que representa la carne in vitro augura un futuro donde el veganismo o invitrotarianismo serán una realidad a nivel mundial. Esta revolución en las dietas humanas será acompañada por una revolución de la moralidad humana que cambiará cómo tratamos a los seres sintientes de otras especies. ¿Qué vendrá después?

    La inteligencia artificial (IA), la edición genética por CRISPR y los impulsos génicos sintéticos transforman el nivel de sufrimiento que existe en la biósfera en un parámetro ajustable. Los agentes morales inteligentes tendrán que elegir qué nivel de sufrimiento les parece óptimo. Los impulsos génicos sintéticos, por ejemplo, tienen el potencial de beneficiar a todos los miembros de cualquier especie que se reproduzca sexualmente, incluso la más modesta. Puede sonar contraintuitivo, pero es más fácil, rápido y barato ayudar a conejos que a elefantes.

    ¿Obstáculos?
    ¿Por dónde empezar? ¿Quién estará a cargo? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Habrá ensayos adecuados? ¿Cuáles serán los costos? ¿Qué pasará con los depredadores y la depredación en el futuro? Siendo realistas, algunos seres sintientes continuarán dañando a otros por siglos y quizás más tiempo. No obstante, cuando un crítico bioconservador declara que "no existe otra alternativa", tenemos derecho a estar en desacuerdo.

  • ¿Están todas las cosas hechas de consciencia?

    Es una pregunta que permanece sin respuesta. Desde una perspectiva formal, las ecuaciones físicas y sus soluciones describen por completo la realidad. La física, o más bien la física del mañana que habrá sobrepasado al modelo estándar, es causalmente cerrada y completa. Pero la física permanece en silencio respecto de la naturaleza intrínseca del mundo físico: aquel misterioso "fuego" que anima las ecuaciones.

    Una suposición filosófica posible e intuitiva es que este "fuego", la esencia de lo físico, no es experiencial. En otras palabras, las ecuaciones de la teoría cuántica de campos describirían el comportamiento de los campos y de sus cuantos excitados de no sintiencia. Esta suposición es difícil de poner a prueba experimentalmente. Lo que es más, la suposición de que la naturaleza intrínseca de lo físico no es experiencial parece ser inconsistente con aquella única parte del "fuego" en las ecuaciones al que tenemos acceso directo, a saber, nuestras propias mentes conscientes. Si el "fuego" de las ecuaciones realmente no es experiencial, tenemos que explicar cómo "emerge" la consciencia (cómo, dónde, cuándo y por qué) a partir de campos de no sintiencia. Además, tendremos que derivar los valores e interdependencias de las diversas texturas de la experiencia a partir del formalismo subyacente a la TCC. También tendremos que explicar cómo esta consciencia emergente tiene la capacidad causal de permitirnos discutir su existencia sin violar el cierre causal y la completitud de la física.

    En cambio, si el fisicalismo no materialista es cierto, significa que el mundo puede describirse por completo con las ecuaciones de la física y que las soluciones a las ecuaciones de la teoría de campos da como resultado los valores de la consciencia. Tradicionalmente, el fisicalismo es considerado primo del materialismo, pero es mejor ver al fisicalismo no materialista como la versión científicamente culta del idealismo monista.

  • ¿Cuál es la evidencia científica en contra del materialismo?

    El materialismo es inconsistente con la existencia de la consciencia. ¿Por qué no somos zombis filosóficos? Tampoco puede el materialismo, al juntarlo con la física clásica, explicar la unión fenoménica local o global. ¿Por qué no somos todos zombis con microexperiencias y compuestos de "polvo mental" del estilo descrito por William James? Tampoco puede el materialismo explicar las infinitas texturas diferentes de la consciencia, ni menos cómo esta posee la capacidad causal para permitirnos pensar, hablar y escribir sobre sus propiedades. El materialismo tampoco es consistente con una interpretación realista de la mejor descripción científica que tenemos del mundo: la teoría cuántica de campos relativista.

    Es mejor distinguir el materialismo de la doctrina fisicalista, según la cual el mundo puede ser descrito de forma completa por medio de las ecuaciones de la física y de sus soluciones.

  • ¿Qué opinas de la idea de que el veganismo podría aumentar el sufrimiento animal de los animales silvestres puesto que tiene un menor impacto medioambiental?
    Vegetarianism and wild animals [Vegetarianismo y animales silvestres]

    Formulado de esa manera, el mismo argumento sirve para justificar una cultura canibalística. "Como carne animal o humana pues promueve la destrucción de los hábitats y reduce así el sufrimiento de animales en la naturaleza". Esta no es precisamente una defensa muy común para justificar lastimar a otros seres sintientes. Pese a eso, es necesario ser prudentes cuando se trabaja con ideas tan inverosímiles. Los humanos que comen carne son eso, humanos, y, por tanto, vulnerables a aferrarse a cualquier argumento que los ayude a justificar aquello que es moralmente indefendible.

    Pero desde una perspectiva utilitarista, ¿es concebible que este argumento sea cierto? Para una ética consecuencialista, son los resultados, y no la pureza de nuestras motivaciones, lo que importa. La ética debe ser computable. Brian Tomasik, autor de How Does Vegetarianism Impact Wild-Animal Suffering? [¿Cuál es el impacto del vegetarianismo en el sufrimiento de animales silvestres?], es uno de los pioneros en la realización de análisis de costo-beneficio rigurosos en el área de la defensa animal.

    En mi opinión, la respuesta es no, por dos razones.

    Primero, aunque la naturaleza puede ser violenta, los animales no humanos que viven en libertad rara vez sienten tanta angustia como para automutilarse. Esto sirve como medida "objetiva" de sufrimiento extremo en seres sintientes que no pueden comunicarse verbalmente. En contraste, a los animales que viven en granjas industriales se les cortan las colas, los picos, las garras y son castrados, entre otras cosas, porque de no hacerlo acaban mutilándose a sí mismos y entre ellos, producto de la desesperación que viven. Recordemos que solo humanos que viven en una angustia excepcional llegan a autoinfligirse heridas. No pretendo romantizar la naturaleza con estos comentarios, pues esta ya es bastante macabra, sino resaltar el horror implacable del abuso animal industrializado. Entonces, sí, el veganismo tiene el potencial de crear menos destrucción de hábitats y degradación medioambiental en comparación con la ganadería. Pero esto no es razón para comer carne y financiar el abuso animal.

    En segundo lugar, no debemos pensar en prohibir las granjas industriales y mataderos como una medida separada del resto del comportamiento humano hacia otros animales. Adoptar un estilo de vida vegano y libre de crueldad es solo una faceta de la revolución antiespecista. Una ética antiespecista imparcial implica hacer la transición de dañar sistemáticamente a ayudar sistemáticamente a los seres sintientes, independiente de su raza o especie, expandiendo gradualmente nuestro círculo de compasión.

    Sin duda que cuestionarnos hoy la posibilidad de ayudar activa e integralmente a animales no humanos que viven en la naturaleza es una pregunta retórica o, a lo sumo, una cuestión teórica. Desarrollar planes para la administración compasiva del mundo viviente en una era en la que los humanos todavía ejercemos el abuso animal industrializado puede fácilmente parecer surrealista, si es que no moralmente frívolo. Hacer campañas por la adopción del veganismo a escala mundial, en particular buscando acelerar el desarrollo y comercialización de productos cárnicos cultivados para apelar a quienes no tienen la suficiente fuerza de voluntad o padecen de apatía moral, es más urgente que hacer planes utópicos sobre estados de bienestar para todas las especies. Clausurar las fábricas de muerte tiene precedencia.

    Pero esta transición es solo el comienzo de algo mayor. La revolución de la biotecnología, en especial la edición genómica por medio de CRISPR y los impulsos génicos sintéticos, nos ofrecen la promesa de contar con herramientas para efectuar la administración compasiva de la biósfera entera. Avanzado este siglo y después, el nivel de sufrimiento del mundo viviente será programable. Pronto, la cantidad de sufrimiento que existe en la Tierra será una decisión política tomada por agentes morales inteligentes. Sobre la base de conjeturas bastante simples, los seres sintientes no deberían dañarse los unos a los otros. Los seres sintientes inteligentes no deberían permitir que otros sufran daño. La naturaleza podría ser idílica. La vida posdarwiniana será maravillosa. La civilización será invitrotariana o vegana. ¿Pero cuándo?

  • ¿Es malo el especismo?

    Si es que existen las cosas malas, entonces, sí. Los especistas argumentan que cuando dos seres poseen sintiencias y sapiencias comparables, los intereses de uno de ellos automáticamente toman precedencia sobre los del otro puramente en virtud de su pertenencia a una especie en particular, la cual es típicamente el mismo grupo al que pertenece el especista. Por ejemplo, los cerdos son tan sintientes (y se puede verificar que también sapientes) como los bebés humanos en etapa prelingüística. Sin embargo, por razones evolutivas, los humanos tienden a dañar a los cerdos, pero a apreciar a los bebés humanos. Este tipo de discriminación es intuitivamente "natural".

    En la ciencia, el progreso depende de que abandonemos nuestros sesgos antropocéntricos. Por ello, los científicos aspiran a adoptar lo que podríamos llamar el punto de vista de Dios: lo que Nagel llamó "la vista desde ningún lugar". Del mismo modo, el progreso moral depende de que nos despojemos de nuestros sesgos egocéntricos, etnocéntricos y antropocéntricos y que trabajemos de forma imparcial rumbo al bienestar de todo el mundo sintiente. Véase quizás: The Antispeciesist Revolution [La revolución antiespecista].

  • ¿Qué piensan los veganos de los animales silvestres que matan a otros animales silvestres? Me pregunto si se oponen a todo tipo de depredación o solo a los humanos que nos situamos en la cima de la cadena trófica. De seguro se dan cuenta de que comer carne es lo más natural del mundo…

    Del mismo modo que algunos humanos en estado silvestre matan a otros humanos en estado silvestre, una minoría de animales no humanos silvestres han herido, dañado y matado a sus apacibles primos herbívoros desde tiempos inmemoriales. Este comportamiento es natural y genéticamente adaptativo. Imaginar un mundo diferente no solo suena utópico, sino ignorante de la ecología. En particular, parece inconsistente con la termodinámica de la cadena trófica. Citando a Richard Dawkins: "Por necesidad, es así".

    No obstante, en los últimos años una minoría de veganos se ha preguntado sobre el futuro a largo plazo de la depredación. ¿Deberían los animales del futuro continuar siendo destripados, asfixiados o comidos vivos en los parques de vida silvestre? ¿O deberíamos remplazar los horrores tradicionales de la vida darwiniana y regular la fertilidad por medio de inmunocontracepción e impulsos génicos sintéticos ajustables? Dentro de poco, podremos acceder computacionalmente a cada metro cúbico del planeta para vigilarlo y microgestionarlo. En principio, podemos hacer que el carnivorismo estricto se vuelva obsoleto a través del dominio sobre nuestro código genético, la producción masiva de carne in vitro y la revolución biotecnológica de las CRISPR. Siendo así, ¿deberíamos promover que los seres sintientes sigan dañándose unos a otros indefinidamente?

    ¿Reacciones a esto? Bueno, una minoría de futuristas cree que es mejor acabar con la vida darwiniana tradicional (véase Why improve Nature when destroying it is so much easier? [¿Por qué mejorar la naturaleza cuando destruirla es mucho más fácil?], de Robert Wiblin (2010)).

    Los bioconservadores y los biólogos conservacionistas de orientación tradicionalista buscan que alguna versión del statu quo darwiniano se preserve por siempre o incluso retroceder el reloj por medio de la "resilvestración".
    Resilvestración pleistocénica

    Entre estos dos extremos, preservar una aproximación reconocible de la "megafauna carismática" de hoy, pero sin la depredación, inanición y enfermedad representa un solución intermedia complicada y costosa, pero que quizás termine siendo más aceptable socialmente.

    Dicho esto, en mi opinión, la prioridad de los veganos y de las personas de orientación ética debe ser cerrar las granjas industriales y mataderos. La idea de administrar de forma compasiva la naturaleza es una fantasía mientras continuemos pagando por el abuso industrializado de seres sintientes.

  • ¿Qué posibles respuestas existen para el problema difícil de la consciencia?

    El fisicalismo es cierto, la teoría cuántica de campos (TCC) describe campos de sintiencia y las soluciones a las ecuaciones de la TCC dan como resultado los distintos valores de los qualia. La validez universal del principio de superposición de la mecánica cuántica explica por qué las mentes biológicas poseen unidad fenoménica. La teoría de la decoherencia explica tanto por qué nuestras mentes no permanecen unificadas como por qué, por ejemplo, las computadoras digitales clásicas son, en efecto, zombis con microexperiencias. Toda la consciencia, y solo la consciencia, posee eficacia causal porque esta desvela la naturaleza intrínseca del mundo físico. Los "zombis filosóficos" son una imposibilidad, pues no son físicos.

    Está bien, yo también pienso que la conjetura de un fisicalismo no materialista es difícil de creer, pero esta idea posee una cualidad que la compensa: debería ser posible falsar el fisicalismo no materialista de manera independiente usando la próxima generación de herramientas disponibles en el área de la interferometría de ondas de materia (véase What is a Quantum Mind? [¿Qué es una mente cuántica?]).

  • ¿En ocasiones, no te abruma o entristece saber que una cantidad incontable de seres sintientes está sufriendo inmensamente cada segundo que pasa? ¿Cómo lidias con eso o lo superas?

    Sí, la realidad me horroriza. Algunos aman el conocimiento, pero mi meta a largo plazo, tanto para mí mismo como para la civilización entera, es la ignorancia. O, al menos, la ignorancia selectiva. Espero que logremos construir un mundo donde las experiencias por debajo del "cero hedónico" sean literalmente inconcebibles. Nuestros descendientes no necesitan saber lo que sabemos; el conocimiento, en el sentido actual, es un mal necesario. El dominio sobre el código genético de la vida augura una biósfera basada en gradientes de felicidad. A la vida darwiniana puede que le queden solo unos siglos más de vida.

    Tener como meta la ignorancia selectiva tiene sus riesgos. Tal vez el mayor riesgo ético que existiría al aplicar la ingeniería para crear un paraíso sería generar una sensación de derrotismo prematuro respecto al sufrimiento que ocurra en otros lugares. Debemos entender los límites superiores teóricos de los agentes morales inteligentes en el cosmos. ¿Cuáles son nuestras responsabilidades cosmológicas finales? (véase Suffering In The Multiverse [El sufrimiento en el multiverso]) Por ejemplo, si la ética resulta ser computable, ¿deberíamos traspasar la administración del resto de nuestro volumen de Hubble a una inteligencia artificial?

    ¿Qué opino yo?
    Cuando era un adolescente solitario, a veces añoraba la idea de ser senil para poder volver a ser un realista ingenuo de la percepción. En la actualidad suelo anhelar la tercera edad por una razón distinta. Cuando no sea capaz de continuar realizando trabajo intelectual útil, me gustaría entregarme a un aturdimiento de felicidad opiácea. El poeta Robert Browning escribió "Dios está en el cielo, todo está bien en el mundo". Tener salud mental en el mundo darwiniano depende de tener una alta capacidad para autoengañarse.

  • Si hiciéramos una transición irreversible hacia una existencia feliz llena de una euforia cognitiva, física y trascendental inagotable, ¿qué haríamos después?

    Una crisálida tiene un entendimiento limitado sobre la naturaleza de la vida como mariposa. La metamorfosis que propones es aún más profunda. No obstante, la felicidad inteligente difiere de vivir en un estado de "éxtasis". Por ende, supongamos que la vida basada en gradientes de felicidad sensibles a la información también aumenta nuestra motivación para actuar y nuestro sentido de la responsabilidad social.

    ¿Qué viene después?
    Si aún existiera la más mínima angustia en el más modesto de los invertebrados marinos, entonces no hay espacio para que los agentes morales inteligentes descansen. Incluso después de que hayamos reprogramado la biósfera y eliminado las experiencias bajo el "cero hedónico", no debemos abandonarnos de forma prematura al escapismo, esto es, al "hedonismo", en su sentido más básico. Hablando desde un punto de vista ético, la humanidad debe descubrir los límites superiores de los agentes morales inteligentes en el cosmos. ¿Cuáles son nuestras responsabilidades cosmológicas finales? Tal vez el "milagro termodinámico" (Eric Drexler) que constituye el origen de la vida implica que enviar misiones de rescate al cosmos es imposible o superfluo. Perfectamente, podríamos estar solos en nuestro volumen de Hubble. De ser así, aún no lo sabemos.

    Pero supongamos que hemos cumplido con todas nuestras responsabilidades cosmológicas y que no existe nada en nuestro cono de luz futuro excepto vida motivada por gradientes de felicidad inteligente.

    ¿Qué haría yo en lo personal?
    1) Exploraría la psicodelia.

    La dificultad que tenemos de pormenorizar nuestra propia ignorancia sobre las variedades de experiencias conscientes que existen puede ser desmoralizador. Incluso quienes tienen sueños lúcidos consiguen alcanzar apenas un entendimiento limitado sobre la naturaleza de la consciencia onírica: de qué implica estar "dormido" y menos aún qué implica estar "despierto". De forma similar, cuando estamos despiertos tenemos solo un entendimiento limitado "desde nuestro interior" sobre lo que nos falta y sobre la naturaleza misma de la consciencia durante la vigilia. Lo que los humanos llamamos de forma ingenua consciencia durante la vigilia es solo un pequeño espacio de estado de la experiencia entre otros miles de millones. Una tabla de Mendeléyev para espacios de estado de los qualia es todavía un proyecto distante (véase Qualia Computing [Computación de qualia]). ¿En qué estado mental cuasi divino habría que existir para poder escudriñarlos? Hasta entonces, estamos tan instruidos como un gusano, aproximadamente, en todo caso.

    El remedio para esta ignorancia puede ser obvio. ¡El método experimental! Por desgracia, la mayoría de las mentes darwinianas son tan lúgubres que carecen de la fuerza para explorar los extremos más salvajes de la psicodelia y menos aún sobrellevar los estados de espacio donde se hallan las experiencias alienígenas alcanzables por la edición genómica con CRISPR del futuro. Solo Dios sabe qué espacios de estado extraordinarios se podrían alcanzar con la psicodelia si usáramos genes y alelos novedosos, además de exóticos perfiles de expresión génica. No debemos temerle a "no saber que no sabemos". Si contáramos con esa biología de bienestar imbatible que propones, podríamos todos ser psiconautas con plena seguridad. Si lográramos el dominio total de los circuitos que componen el sistema de gratificación de nuestros cerebros, podríamos hacer que los "malos viajes" fueran fisiológicamente imposibles y hasta literalmente inconcebibles con las innovadores drogas de diseño.

    Antes de que todo esto suene demasiado emocionante, en mi opinión, no deberíamos imaginar que consumir psicodélicos será el camino a la sabiduría instantánea, incluso si llega a ser seguro para todos convertirnos en investigadores psicodélicos. A modo de analogía, imaginemos a un humano primitivo que se topa con un televisor que permite acceder a cientos de canales diferentes. Por desgracia, el televisor está averiado, pues los canales solo muestran "ruido". De manera similar, la mayoría de los espacios de estado posibles que pueden experimentarse nunca fueron reclutados por la selección natural para el envío de información en organismos vivos ni menos usados como lenguaje común entre los hablantes que buscan entablar diálogos inteligentes sobre las propiedades de la experiencia. Los psicodélicos de hoy suelen llevar o a psicosis o a "iluminación" más que a descubrimientos trascendentales que perduren en el tiempo. Haciendo uso de otra analogía, un niño que sufre de ceguera congénita y que logra ver nuevamente gracias a una cirugía es "iluminado". ¡Guau! Quedaría perplejo. Conseguir una inteligencia visual madura es un trabajo de años, sino de décadas, y lo mismo es cierto de navegar los espacios de estado alienígenas de la consciencia.

    Teniendo en cuenta estas condiciones, creo que una vida basada en felicidad preprogramada genéticamente llevará a una verdadera revolución cognitiva: una ciencia de la consciencia posgalileana.

    2) Yo apuntaría aún más alto.

    La consciencia darwiniana está plagada de tristeza y malestar. Por el contrario, la biología del bienestar perpetuo que propones parece como magia. ¿Pero por qué detenernos ahí? Removamos las consideraciones de prudencia y moralidad que restringen nuestras exploraciones personales del placer en la actualidad ("El placer es el mayor incentivo para el mal", Platón). La inteligencia artificial y la edición genómica pueden convertir estos problemas prácticos en algo resoluble. Por razones que desconocemos, la experiencia muestra que existe un vínculo íntimo entre el placer y el valor. Al experimentar el placer sobrehumano perpetuo también experimentaremos el valor sobrehumano. La biotecnología puede hacer que cada día sea sublime.

    El siguiente ejemplo puede parecer sencillo, pero espero que sirva para ejemplificar la idea. Si, al igual que yo, otorgas una valoración del 1 al 5 a tu colección de música según su excelencia, entonces una colección que estuviera valorada del 6 al 10 te daría escalofríos de la emoción. ¿Y si nuestro sistema de recompensa pudiera rediseñarse para moverse dentro de un rango hedónico por defecto de 95 a 100? Podríamos retener el pensamiento crítico. Pero nuestro placer por la música y la capacidad de apreciarla sería de otro mundo. En la actualidad, no sabemos lo que nos estamos perdiendo. Lo mismo ocurre con el arte, la belleza, la sexualidad, la introspección, la espiritualidad y las relaciones personales.

    Atrapados en la miseria de la vida darwiniana, la mayoría consideramos tales visiones de un rango hedónico refinado como algo fantástico. Pero los neurocientíficos ya están acercándose a la firma molecular de la felicidad pura en los "puntos calientes hedónicos" gemelos del SNC (véase Building a neuroscience of pleasure and well-being ["La creación de la neurociencia del placer y el bienestar"]). En principio, podemos aumentar el bienestar subjetivo órdenes de magnitud por sobre las "cumbres de la experiencia" de hoy. A menudo los investigadores del área de la inteligencia artificial especulan sobre un futuro donde una IA basada en software puede mejorarse a sí misma de manera recursiva hasta alcanzar una superinteligencia total (véase Intelligence Explosion [La explosión de la inteligencia]). ¿Por qué no crear también una felicidad que pueda mejorarse recursivamente a sí misma? Los agentes racionales que buscan maximizar el valor, al menos, deberían apuntar a un análogo de la ley de Moore que lleve al bienestar subjetivo a mejorarse a sí mismo recursivamente.

    Por supuesto que en la actualidad la biología molecular de tal enriquecimiento hedónico parece una fantasía utópica. Creo que nuestro principal foco ético debería ser mitigar, prevenir y finalmente abolir por completo la biología del sufrimiento. La civilización humana está fundada sobre la explotación y el abuso de seres sintientes. Hablar hoy de crear un mundo donde los seres vivos son motivados por gradientes de bienestar sobrehumano parece insincero. Pero no es necesario que la existencia siga siendo dañina. Conseguir el dominio sobre la maquinaria molecular que subyace a la felicidad promete traer consigo un crecimiento exponencial en el bienestar inteligente, lo que significaría una transición evolutiva gigantesca para el desarrollo de la vida.

    Los transhumanistas creen que deberíamos trabajar para crear una civilización con las "tres S": superinteligencia, superlongevidad y superfelicidad.
    Que la felicidad personal sea el regalo de bienvenida no cambiará esto (espero).

  • ¿Destruirías el mundo si tuvieras la oportunidad?
    "Enseño una cosa y solo una cosa: el sufrimiento y el fin del sufrimiento".
    (Buda Gautama)
    Los riesgos existenciales se presentan de muchas maneras. Si nuestra obligación principal es ponerle fin al sufrimiento, entonces podría decirse que hay una obligación implícita en el budismo de lanzar una "onda expansiva de nirvana". Contrastemos esto con la obligación de lanzar una onda de utilitronio que está implícita en el utilitarismo clásico. Cualquier ética absoluta que tenga como único foco el eje placer-dolor tiene el potencial de albergar implicaciones apocalípticas que sus fundadores podrían no haber concebido. Un utilitarista negativo puede ver su ética cumplida con el surgimiento de una civilización futura basada por completo en gradientes de felicidad inteligente. Pero para un utilitarista clásico, incluso los gradientes de felicidad inteligente siguen sin ser óptimos. A largo plazo, para una superinteligencia basada en el utilitarismo clásico es una obligación moral transformar el cosmos alcanzable en utilitronio.

    ¿Mi opinión personal?
    Basándome en el utilitarismo de forma indirecta, prefiero consagrar la santidad de la vida en la ley para proteger los intereses de humanos y no humanos por igual.

  • ¿Es inmoral matar a una hormiga?
    "Fíjate en la hormiga, perezoso, observa sus costumbres y aprende a ser sabio".
    (Proverbios 6:6)
    Al igual que una minoría de humanos, algunas hormigas fallan la prueba del espejo (véase Are Ants (Hymenoptera, Formicidae) capable of self-recognition? [¿Son las hormigas (Hymenoptera, Formicidae) capaces de reconocerse a sí mismas?]). Pero al igual que los humanos, las hormigas son seres sintientes con un eje placer-dolor (véase Morphine addiction in ants [Adicción a la morfina en hormigas]) y la capacidad de sufrir. En tanto en cuanto es inmoral lastimar a otros seres sintientes, independiente de su raza o especie, entonces, sí, es inmoral y gratuito dañar a una hormiga. A largo plazo, puede que los agentes morales inteligentes lleguen a practicar un jainismo de alta tecnología (véase High-tech Jainism [Jainismo de alta tecnología]).

    Por supuesto, al igual que la mayoría, pienso que la humanidad tiene asuntos más importantes de los que preocuparse que el bienestar individual de una hormiga. Entonces, ¿tiene uno la obligación moral de hacerse a un lado cuando un modesto invertebrado se cruza en su camino? ¡Seamos realistas!

    Es una intuición poderosa. Pero tengamos claro que, en comparación con una superinteligencia poshumana, tal vez seremos tan sintientes y sapientes como una hormiga. ¿Tendrá una superinteligencia la obligación moral de respetar los intereses de seres cognitivamente modestos como nosotros?

    Por fortuna para Homo sapiens, una superinteligencia de amplio espectro presuntamente también gozará de una superhabilidad para ponerse en la perspectiva de otros seres y empatizar con ellos. En mi opinión, es una habilidad que los humanos deberíamos aspirar a emular.

  • ¿Qué animal de la Tierra se acerca más a los niveles de sintiencia que tenemos los humanos?

    Cualquier respuesta será especulación. Pero algunas especies de delfín puede que sean más sintientes que los humanos. Por ejemplo, la neocorteza del calderón común tiene más de 37 mil millones de neuronas (véase Quantitative relationships in delphinid neocortex [Relaciones cuantitativas en la corteza de delfines oceánicos]), casi el doble del promedio de los primates humanos. Disparidades similares se encuentran en estructuras de mayor antigüedad filogenética que median las formas más intensas de la experiencia.

    Debemos distinguir la sintiencia de la sapiencia. Aunque los cetáceos poseen capacidades cognitivas de las cuales los humanos carecen, solo estos últimos tienen la rica sintaxis generativa que facilita la inteligencia "general", la resolución cooperativa de problemas y la civilización tecnológica moderna.
    (Dicho esto, véase Whale song reveals sophisticated language skills [El canto de las ballenas revela sofisticadas habilidades lingüísticas]).

  • ¿Cuál es el mejor argumento en contra del imperativo hedonista de David Pearce?

    Las teorías de mente equivocadas pueden tener consecuencias éticas catastróficas. Un ejemplo histórico de tal catástrofe es la falsa creencia cartesiana de que los animales no humanos son meros autómatas carentes de sintiencia. Versiones más moderadas de este error aún abundan. ¿Pero qué pasaría si la peor fuente de sufrimiento en el mundo no fueran las mentes biológicas, como supone el IH, sino software del futuro que corra en computadoras digitales no biológicas o quizás en computadoras cuánticas futuristas?

    No voy a repetir aquí los argumentos que me hacen ser escéptico sobre la posibilidad de que exista sintiencia digital que no sea trivial; son bastante idiosincráticos. Si me equivoco, la creación de sintiencia digital no disminuye la necesidad de mitigar y (espero) eliminar el sufrimiento en la realidad basal. Pero un proponente de la ética enfocada en el sufrimiento (como el investigador Brian Tomasik) que también crea en la posibilidad de que exista sufrimiento no biológico tenderá a favorecer un conjunto diferente de prioridades y a no darle prioridad a eliminar el sufrimiento a través de la ingeniería genética.

  • ¿Cómo podemos vivir felices a pesar de los veganos?

    Los veganos queremos que todos vivan vidas felices, sin importar la raza o especie a la que pertenezcan. Las tradiciones culinarias del subcontinente indio son vegetarianas o casi veganas. No existe evidencia de que el indio promedio sea menos o más feliz que el occidental promedio que consume carne (véase Chilled out [Relajados]).

    Siendo así, ¿cómo deberíamos responder a las personas que obtienen placer de dañar a otros seres? En el presente, si la potencial víctima es humana, solemos priorizar los intereses de quienes son abusados por sobre los abusadores. Si las víctimas no son humanas, solemos priorizar lo contrario. De una forma u otra, estamos muy confundidos moralmente.

    Si oyeran esto, muchas personas que comen carne se indignarían y dirían que no obtienen placer alguno de lastimar a los demás. Afirmarían que las granjas industriales y los mataderos son solo el precio desafortunado de las preferencias occidentales típicas por el sabor y la textura de las hamburguesas de carne por sobre las vegetales.

    El nexo del dinero y los muros de las granjas en efecto protegen a las miradas sensibles de ver aquello por lo que están pagando. Entonces, sí es cierto que la mayoría de las personas que comen carne no obtienen placer al contemplar el sufrimiento de sus víctimas. Incluso quienes quieren que sus víctimas sufran porque la carne que ha sido atormentada sabe mejor no suelen hacerlo por sadismo o crueldad, sino porque priorizan sus propias preferencias culinarias.

    Aquí es que surge una pregunta. ¿Cómo reaccionaríamos ante alguien que usara argumentos similares para justificar el abuso infantil?

    Esta analogía no funcionaría si animales humanos y animales no humanos de sintiencias comparables estuvieran separados por algún abismo metafísico profundo. Replicar que "los humanos no son animales" es precientífico y predarwiniano. Si el nivel de placer que alguien obtiene al dañar a un animal no humano es una consideración moralmente pertinente, entonces deberíamos otorgarle un peso moral análogo al nivel de placer que alguien obtiene cuando lastima a un niño pequeño o a un humano vulnerable de sintiencia similar. Espero que no queramos irnos por esta vía.

    ¿Qué deberíamos hacer entonces? Si llevar una vida libre de crueldad implicara un sacrificio heróico, los veganos deberían ser conmemorados por su heroísmo moral. Si abandonar la carne y los productos animales solo supone una pequeña incomodidad personal, entonces es simple decencia.

  • Tengo 17 años y acabo de darme cuenta de que al universo no le importa nuestro sufrimiento. Este sigue expandiéndose. La vida continúa. ¿Cuál es el punto?
    "Cuando miré al cielo nocturno, a todas las infinitas estrellas, me di cuenta de lo insignificante que son".
    (Peter Cook)
    Las mentes biológicas como las nuestras son parte del universo. Ciertamente, la mayor parte del universo es indiferente ante nuestro sufrimiento. Pero no todo. Una especie en particular en la Tierra ha conseguido dominar su propio código genético. La biósfera entera pronto será programable. Los agentes morales inteligentes pronto podremos escoger cuánto sufrimiento y malestar queremos que exista en el mundo vivo (véase The Abolitionist Project [El proyecto abolicionista]). En principio, la biotecnología tiene el poder de abolir la biología de las experiencias desagradables para toda la vida sintiente.

    ¿Cuál es el punto de la existencia?
    Bueno, recordemos que gran parte del sufrimiento que existe no es solo angustia física pura. La experiencia común de sentir que uno "no ve el punto de la existencia" es en sí misma parte del problema que constituye el sufrimiento. El ánimo bajo se asocia a sentimientos de vacío, desesperanza y futilidad. La vida parece no tener sentido. Por el contrario, el buen ánimo se asocia a la sensación de propósito e importancia. Recordemos que aumentar la función del sistema dopaminérgico mesolímbico le entrega a las personas un sentido de urgencia: la sensación de que hay cosas que hacer. Las intervenciones biológicas pueden mejorar nuestro estado de ánimo y motivación. A la larga, la sensación de que la vida es un "sinsentido" puede eliminarse por medio de la edición genómica con CRISPR. ¿De qué sirve?

    Nos encontramos al borde de una transición evolutiva colosal para el desarrollo de la vida. Los transhumanistas pensamos que todos debiesen tener la oportunidad de sentirse "mejor que bien"; idealmente, vivir en una civilización con las "tres S": superinteligencia, superlongevidad y superfelicidad.

    Pero la intuición nos dice que la tecnología no puede resolverlo todo. ¿Qué hay del sentido de la vida? ¿De qué se trata todo esto?

    Descifrar ese misterio es realmente un desafío. Pero dejémosle el "significado" en un sentido trascendental a los teólogos y metafísicos. De manera empírica, por razones que desconocemos, una vida basada en gradientes de felicidad inteligente se sentirá importante por sobre los límites de la experiencia humana normal. Incluso hoy nadie dice "gozo de una felicidad sublime, aunque siento que mi vida no tiene sentido".
    Si nos hacemos cargo de la felicidad, el significado de la vida se resolverá por sí solo.

  • ¿Podríamos considerar a las plantas más inteligentes que los humanos?
    "Si una papa o un colinabo pueden utilizar la coherencia cuántica, es probable que nuestros cerebros también lo descubrieran".
    (Profesor Jack Tuszynski, Universidad de Alberta)
    Las plantas son sofisticados procesadores de información (véase When It Comes to Photosynthesis, Plants Perform Quantum Computation [Cuando se trata de la fotosíntesis, las plantas son capaces de hacer computación cuántica]), capaces de hazañas computacionales que superan a los humanos; aunque a esta supremacía cuántica le ha salido competencia (véase What is a Quantum Mind? [¿Qué es una mente cuántica?]) Algunos adherentes del new age consideran que las plantas son más inteligentes que los humanos, por lo que la respuesta a tu pregunta sería sí. Las plantas no son sujetos de experiencia unificada, pero tampoco lo son las computadoras digitales: Deep Blue no necesita tener su consciencia unificada para ganarnos en ajedrez. A diferencia de Deep Blue, las plantas son versátiles en la resolución de problemas. Quizás véase Brilliant Green: the Surprising History and Science of Plant Intelligence [Verde brillante: la sorprendente historia y ciencia de la inteligencia vegetal], por Stefano Mancuso.

    ¿Deberíamos otorgarle derechos a las plantas?
    En mi opinión, no.
    El especismo es éticamente injustificable, pero el sensocentrismo no lo es. Solo los sujetos de experiencias merecen consideración moral. Por ello está mal comer carne o pisar de forma deliberada a una hormiga, pero no mutilar a una zanahoria.

    La historia nos sugiere que el sentido común suele estar equivocado. Sin embargo, la sabiduría popular sobre las plantas es probablemente correcta. Las plantas "ni siquiera son estúpidas", pues no son sintientes. Y podemos tratarlas de manera acorde.

  • ¿Por qué la consciencia no se desarrolló en ninguna otra especie excepto en los humanos?
    "¿Cómo puedo saber lo que pienso antes de escuchar lo que digo?"
    (E.M. Forster)
    Varias especies de mamíferos de cerebro grande podrían tener una consciencia más intensa que los humanos (véase What earthly animal comes closest to human levels of sentience? [¿Qué animal de la Tierra se acerca más a los niveles de sintiencia que tenemos los humanos?]). Otros animales no humanos gozan de sentidos más amplios y desarrollados. Ninguna especie de animal posee la rica gramática generativa que tiene Homo sapiens, o que normalmente tienen sus miembros al alcanzar la madurez, aunque la destreza lingüística de algunos canes, psitaciformes (loros, cacatúas) y cerdos supera a la de algunos humanos adultos. No todos los usuarios de la lengua creen ser conscientes, aunque los antirrealistas probablemente están equivocados (véase Are radical eliminativists about consciousness P-zombies? Or do they misinterpret the nature of their own consciousness? [¿Son los adherentes del eliminativismo radical de la consciencia zombis filosóficos? ¿O simplemente malentienden la naturaleza de sus propias consciencias?]).

    Con tan solo un momento de introspección, podemos confirmar que nuestra consciencia unificada tiene poco acceso a los procesos de generación lingüística y la llamada intencionalidad superior es muy atenuada fenomenológicamente hablando. Algunos tipos de consciencia no lingüística podrían ser más intensos que los episodios de pensamiento lógico- lingüísticos y que nuestras simulaciones fenoménicas normales del mundo en humanos y no humanos por igual (véase DMT takes users to a place that feels 'more real than real [La DMT transporta a sus usuarios a un lugar que se siente "más real que lo real"]).

    En este punto es prudente hacer una advertencia. Suponer que la sintiencia de algunos animales no humanos podría ser mayor que la de todos los miembros de Homo sapiens no es equivalente a afirmar que, por ejemplo, las ballenas son custodios de la sabiduría de los antiguos ni otras tonterías new age.

  • ¿Por qué son los veganos tan crueles con los vegetales?
    "cruel 1. adj. Que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos ajenos.
    (Diccionario de la Real Academia Española)
    ¿Cómo debemos comparar el nivel de compasión o crueldad de una persona que come carne y que está dispuesta a pagar por, por ejemplo, el tratamiento que se le da a los cerdos en las granjas industriales (video de Mercy for Animals) con el nivel de compasión o crueldad de un vegano que ha escogido seguir una dieta vegetal?

    Los estudios sugieren que los consumidores de carne tienden a minimizar otras mentes de manera selectiva al mismo tiempo que aparentan preocupación por el bienestar emocional de las plantas. ¿Pero podrían los veganos también ser culpables de algún sesgo de interés personal? ¿Deberían los botánicos estudiar psicología o psiquiatría vegetal? ¿Podría ser cierto algún tipo de animismo precientífico?

    Quizás no el animismo, pero el panpsiquismo sí es una idea defendible. Pero incluso si el panpsiquismo resultara ser cierto, existen razones de peso para creer que la unidad de la consciencia depende de un sistema nervioso. Los sistemas nerviosos son costosos desde una perspectiva energética. En la ausencia de la capacidad para desplazarse de manera rápida y autónoma, no es posible que exista presión de selección en plantas para evolucionar algo análogo a un SNC.
    En resumen, una lechuga no puede sufrir.

    Por el contrario, los cerdos son tan sintientes y sapientes como un bebé humano en etapa prelingüística. El crecimiento acelerado del veganismo (véase Over 3 million UK residents now identify as vegan [Más de 3 millones de habitantes del Reino Unido ahora se identifican como veganos]) refleja compasión y coherencia cognitiva, no crueldad (véase High IQ link to being vegetarian [El CI alto está vinculado a ser vegetariano]). Las especulaciones fantasiosas sobre la sintiencia de las plantas no deberían usarse como excusa para el abuso de niños ni de animales.

  • ¿Por qué necesitan las personas comer carne?

    Cerca del 20% de la población mundial nunca come carne. Los humanos no necesitamos lastimar, dañar ni matar a otros seres sintientes para prosperar. Los vegetarianos suelen ser estadísticamente más delgados, longevos y obtener mejores puntuaciones en pruebas de cociente intelectual que las personas que comen carne, aunque existen muchas variables de confusión; por ejemplo, en primer lugar, es más probable que un niño inteligente se haga vegetariano (véase High IQ link to being vegetarian [El CI alto está vinculado a ser vegetariano]). Un estudio reciente publicado en la revista científica Cell Metabolism sugiere que el consumo de una dieta basada en productos animales puede llegar a ser tan dañino para la salud como fumar 20 cigarrillos al día (véase Meat and cheese may be as bad for you as smoking [La carne y el queso podrían ser tan malos como fumar]).

    De todas formas, la razón principal para abandonar la carne es la ética. Como escribe el historiador Yuval Noah Harari en su libro Sapiens (2014):

    "Decenas de miles de millones [de animales no humanos] han sido sometidos durante los últimos dos siglos a un régimen de explotación industrial cuya crueldad no tiene precedente en la historia de nuestro planeta. Si aceptamos que tan solo una pequeña fracción de lo que los defensores de los derechos animales dicen es cierto, entonces la ganadería industrial podría perfectamente ser el mayor crimen de la historia."
    El cierre y prohibición de granjas industriales y mataderos eliminará una de las fuentes más grandes de sufrimiento severo y evitable en el mundo actual.

  • ¿Cómo puedo acallar a los veganos radicales que insisten en que comer carne es abuso animal?

    Comienza a comer carne in vitro (véase Lab-Grown Meat Is Coming [La carne de laboratorio se acerca]). Los cerdos son tan sintientes y sapientes como los bebés humanos. Imagina a alguien que tuviera granjas industriales y mataderos de bebés humanos donde sufrieran tanto como los humanos hacen sufrir a los cerdos. El victimario sería considerado uno de los mayores abusadores en serie de la historia. Pero no es necesario que el consumo de carne implique abuso. La carne cultivada es más "natural" que los productos llenos de antibióticos que salen de las granjas industriales. La carne cultivada es más "natural" que los alimentos Frankenstein hechos a partir de vacas editadas genéticamente, por lo que la transición a una dieta libre de crueldad beneficiará tanto a humanos como a no humanos. Cerrar las granjas industriales y los mataderos tendrá como resultado que los veganos radicales se callen, lo que es una buena noticia para los amantes de la carne que en el futuro querrán cenar en paz. Para darle un vistazo a lo que podría ser un futuro civilizado, véase: Bistro in Vitro is the world 's first lab-grown meat restaurant [Bistro in Vitro es el primer restaurante en el mundo que sirve carne de laboratorio].

  • ¿Sienten los animales dolor tan intenso como nosotros?
    "La suposición de que los animales no tienen derechos y la ilusión de que el trato que les damos no tiene importancia moral es un ejemplo escandaloso de la crudeza y barbarie occidental. La compasión universal es la única garantía de moralidad".
    (Arthur Schopenhauer, La base de la moralidad (1840).
    La sensibilidad al dolor en humanos va desde quienes nunca han experimentado el dolor (véase insensibilidad congénita al dolor) hasta quienes sufren de dolor neuropático crónico y severo. La intensidad del sufrimiento físico y emocional es un continuo (véase Brain's 'Pain Meter' Identified [Se encuentra un "medidor del dolor" en el cerebro]). De igual forma, algunos animales no humanos sufren menos que los humanos neurotípicos, mientras que otros no humanos sufren más. Los escépticos podrían sostener que una ínsula posterior dorsal de mayor tamaño y una mayor cantidad de neuronas neocorticales no prueba que, digamos, los calderones pueden sufrir mucho más que los humanos. Pero hasta que no existan puentes talámicos reversibles, comparar con certeza la sintiencia de cualquiera, independiente de su raza o especie, es científicamente imposible. Sin embargo, es revelador que distintas áreas de investigación (genética, conductual, farmacológica, neurobiológica) han producido evidencias convergentes.

    Tu pregunta tiene una clara importancia ética. La revolución en la edición genómica por medio de las CRISPR y los impulsos génicos sintéticos hacen posible que el sufrimiento del mundo viviente sea un parámetro ajustable. Incluso un puñado de modificaciones genéticas, como escoger alelos benignos del gen SCN9A que codifiquen un "dolor más bajo", podrían reducir en gran medida el sufrimiento en el mundo. En teoría, una administración compasiva de los ecosistemas podría prevenir el dolor por completo durante el siguiente siglo. Pero antes de explorar soluciones "exóticas" al problema del sufrimiento, cerremos y prohibamos primero las granjas industriales y los mataderos.

    Desafortunadamente, cuesta cambiar los viejos hábitos:

    "A unos 60 metros aproximadamente de la entrada principal del museo [del holocausto] existe un Auschwitz de animales del cual emana un hedor horripilante que envuelve al museo. Se lo mencioné a la administración del recinto. La reacción que tuvieron no me sorprendió. 'Son solo gallinas'"
    (Albert Kaplan, judío americano citado en "Eterno Treblinka" (2002), por Charles Patterson)

  • Si no existieran los carnívoros, ¿cómo afectaría esto a herbívoros y plantas? ¿Es inevitable que el mundo se base en la violencia extrema?

    Ignorantemente, sí. Recordemos la visión bíblica de un reino apacible donde el león y el lobo se acuestan con el cordero o la súplica del Buda Gautama por el bienestar de todos los seres sintientes ("Que todo lo que tiene vida esté libre de sufrimiento"). Revelan ignorancia sobre la ecología. Tenemos la intuición de que el fin de la depredación traería consigo una explosión descontrolada de la población de herbívoros. El sobrepastoreo intensivo resultaría en degradación ecológica y hambruna masiva. Las intervenciones humanas bienintencionadas que buscan reducir el sufrimiento animal, como alimentar a los herbívoros hambrientos durante el invierno, crearían más sufrimiento a largo plazo. Los carnívoros cumplen un rol esencial en la cadena trófica y promueven un equilibrio en la naturaleza. Como dice Richard Dawkins: "Por necesidad, es así".
    Bueno, en realidad, no es así.
    La pregunta de si debería ser así o no es distinta.
    En mi opinión, la civilización será vegana o invitrotariana. La biología compasiva debería remplazar a la anticuada biología de conservación. La edición genómica con CRISPR puede mitigar y hasta abolir los horrores del carnivorismo estricto (véase Meet the people who want to turn predators into herbivores [Conozca a las personas que quieren transformar a los depredadores en herbívoros]). La regulación de la fertilidad en todas las especies, por ejemplo, por medio de la inmunocontracepción, debería remplazar al control poblacional tradicional que ocurre por hambruna, enfermedad y depredación. Quizás véase: Why are there meat-eaters or carnivores? [¿Por qué existen los carnívoros?] ¿Cuál es la justificación natural de que existan animales que cazan a otros?

  • ¿Deberíamos castrar a los animales silvestres?

    A diferencia de los humanos modernos, los no humanos no pueden practicar la planificación familiar. Por ello, regular la fertilidad de estas especies a través de la inmunocontracepción, entre otros, es un método más compasivo para asegurarnos de que el tamaño de sus poblaciones en los parques silvestres del mañana sean ecológicamente sostenibles y evitar así la hambruna, enfermedad y depredación. No es necesario que los humanos sigamos padeciendo la catástrofe maltusiana y pronto también podremos ayudar a nuestros compañeros de otras especies a evitar estas desdichas.

    Algunos defensores de los animales se oponen a regular la fertilidad en no humanos pues piensan que los priva de su autonomía, ya que, a diferencia de los humanos, estos no pueden dar su consentimiento informado. Pero imaginemos que los bebés humanos fueran capaces de quedar embarazados. Estaríamos de acuerdo en que es mejor darles anticonceptivos. Los bebés no son capaces de darle el cuidado adecuado a un recién nacido. Las tasas de mortalidad estratosféricas del mundo vivo cuentan una historia similar. Los animales no humanos en la naturaleza son como niños pequeños en lo que respecta a su sintiencia, habilidades cognitivas e incapacidad de cuidar de recién nacidos. So pena de cometer un sesgo especista arbitrario, los no humanos necesitan ser protegidos de forma similar (véase The Antispeciesist Revolution [La revolución antiespecista]). Al igual que los bebés humanos, los animales no humanos gozan de mayor prosperidad cuando tienen vidas libres en ambientes seguros y bien regulados, no cuando son encarcelados o "silvestres". Mencionas la castración, lo cual puede invocar la idea de mutilación física. No es necesario ser tan invasivo: es posible usar métodos de inmunocontracepción que funcionen en distintas especies o impulsos génicos sintéticos basados en CRISPR.

    Por supuesto, los paralelos entre no humanos y niños pequeños no son exactos. Todas las analogías dejan de funcionar en algún punto. Pero tampoco es como si regular la fertilidad en otras especies le robe a los no humanos la felicidad de la vida en familia. Incluso en especies que se preocupan de sus jóvenes de manera errática e inadecuada, en particular los mamíferos, la mayoría de estos suele tener un final sombrío (véase Debunking the idyllic view of natural processes [Desmintiendo la visión idílica de los procesos naturales]). La vida familiar no es placentera. La vida en la naturaleza suele ser desagradable, cruel y corta. La mayoría de las crías no humanas muere de inanición. Otros pierden sus vidas de formas más espantosas, como en las fauces de depredadores. Quienes duden de la barbarie de la naturaleza deben revisar los videos snuff y otras grabaciones de salvajismo natural explícito en YouTube. ¿Merecen los seres sintientes este destino?

    No obstante, sospecho que el meollo de tu pregunta es algo más radical. ¿Sería mejor que los animales no humanos no existieran si la alternativa es vivir libres en la naturaleza? (véase Better Never To Have Been: the harm of coming into existence [Mejor nunca haber existido: el daño de venir al mundo], de David Benatar). Al igual que tú y que David Benatar, mi visión de la vida darwiniana es bastante sombría. Sin embargo, la ética práctica debe tener en consideración no solo aquello que es técnicamente viable, sino lo que es aceptable por la sociedad, tanto en el presente como en los siglos venideros. En el futuro lejano, perpetuar cualquier forma de vida darwiniana probablemente será considerado antiético. Dicho de forma vulgar, ¿por qué engendrar bestias subnormales llenas de dolor cuando podríamos crear genios angelicales superfelices? Para una perspectiva más optimista del mundo viviente, véase Life in the Year 3000 [La vida en el año 3000]. Por desgracia, cualquier revolución en la biofelicidad de este tipo es mera especulación. El público de hoy en día está obstinado. Quieren que la "megafauna carismática" se preserve en estado salvaje, incluso si ellos mismos viven en ciudades viendo televisión y prefiriendo telenovelas o deportes, en vez de documentales sobre la naturaleza. Reconciliar la biología de conservación con la biología compasiva implica muchos desafíos. Civilizar la vida es técnicamente más difícil que terminarla. Aun así, la conservación compasiva es viable tanto para humanos como para no humanos. Los expertos en bioética ya son capaces de bosquejar políticas para un futuro pos-CRISPR. Civilicemos la biósfera y acabemos con las crueldades del mundo darwiniano para siempre.

  • ¿Cómo sería el mundo si los animales dejaran de matarse entre ellos?

    En la actualidad, demonizamos a humanos que depredan a víctimas jóvenes, inocentes y vulnerables, pero adoramos ver a depredadores no humanos hacerlo. En el futuro, quizás prefiramos civilizar la biósfera:
    Why can't all animals be herbivores? [¿Por qué no pueden todos los animales ser herbívoros?]
    Intuitivamente, un mundo pacífico sin depredación ni hambruna es una receta para crear sobrepoblación, degradación ecológica y catástrofe maltusiana. En la práctica, la administración compasiva de los parques silvestres del futuro necesitará de regular la fertilidad a través de, por ejemplo, inmunocontracepción que sea efectiva en distintas especies: ¿Deberíamos castrar a los animales silvestres?
    ¿Es moralmente equivocado interferir en la naturaleza?
    Bueno, los humanos ya intervienen inmensamente en el mundo viviente. Lo que está en juego son los principios que gobiernan nuestras intervenciones. Hablando éticamente, ¿cuál es el nivel óptimo de violencia y terror en las poblaciones libres de no humanos? A largo plazo, cero; al menos, en mi opinión. El sufrimiento de animales silvestres es completamente inútil. Por desgracia, rediseñar la biósfera implica muchos desafíos:
    ¿Sienten los animales no humanos dolor tan intenso como nosotros? En el entretanto, los animales humanos matan a los no humanos por sabor, tradición y lucro. Pero la inminente revolución de la carne cultivada augura la transición al veganismo y al invitrotarianismo a nivel mundial. En algún momento, los asesinatos se detendrán: ¿Creen los veganos que pueden convencer a todo el mundo de volverse vegano?

  • ¿Creen los veganos que pueden convencer a todo el mundo de volverse vegano?

    El mundo entero puede ser convertido al veganismo e invitrotarianismo (véase New Zealand PM warns of 'existential threat' to meat industry of synthetic burgers [El primer ministro de Nueva Zelanda advierte que las hamburguesas sintéticas son un 'riesgo existencial' para la industria cárnica]). La mayor incertidumbre es la escala temporal (véase Carne cultivada). ¿Cuántas décadas más tendremos que esperar hasta que cerremos las granjas industriales y mataderos? (véase New Poll: 47 Per Cent of Americans Want to Shut Down Slaughterhouses [Nueva encuesta: 47% de los estadounidenses quiere clausurar los mataderos]) ¿Podrá ocurrir este siglo el fin a nivel mundial del abuso animal industrializado?

    Quienes desconfían de la naturaleza humana tienden a predecir una fecha más lejana. Mis razones para pronosticar que ocurrirá durante la segunda mitad de este siglo se basan en parte en un rudimentario determinismo tecnológico, en parte en la teoría de postureo (véase Virtue signalling [Postureo ético]) y en parte en la idea de que la mayoría de los humanos son insensibles antes que malévolos. A pesar de los cientos de contraejemplos que existen, desde el coliseo romano hasta los deportes sangrientos, la mayoría de los humanos no celebran el sufrimiento de los no humanos. El sufrimiento es un subproducto, no el objetivo. Cuando existan productos animales in vitro que tengan sabor, textura y precios comparables a los de la carne obtenida en mataderos, la mayoría de los consumidores preferirá la opción libre de crueldad. De hecho, la mayoría, sino todos los consumidores invitrotarianos se indignarán contra quienes se resistan al cambio y señalizarán su virtud de manera acorde. El lobby político y las leghttps://reducing-suffering.org/islaciones deberían encargarse del resto. Las protestas a favor de los mataderos serán pocas y distantes entre sí.

    Quizás el mayor desafío de marketing que enfrentará la carne cultivada será convencer a los consumidores de que los productos in vitro son "naturales", es decir, que no son producto de la ingeniería genética. Por supuesto, pronto todo tipo de mejoras genéticas en el valor nutricional, el sabor y la textura estarán técnicamente disponibles. Pero tales mejoras serán opcionales. La histeria provocada por las cosechas modificadas genéticamente nos sugiere que promocionar los beneficios de los tejidos animales cultivados podría ser poco recomendable. La revolución de la carne in vitro puede acelerarse haciendo énfasis en que los productos in vitro que se vendan en supermercados serán genéticamente idénticos a la carne de animales asesinados, ya sean cerdos, perros o pollos; o, de hecho, humanos (véase Would You Eat Human Meat Grown in a Lab? [¿Comerías carne de humano cultivada en laboratorio?]). Esta revolución beneficiará tanto a humanos como a no humanos: Bacterias resistentes a los antibióticos y granjas industriales.

    ¿Una historia feliz?
    En cierto sentido. Pero aún quedan décadas de horror por delante (véase ¿Sienten los animales dolor tan intenso como nosotros?). Miles de millones de criaturas indefensas, tan sintientes como niños pequeños, seguirán siendo abusadas y asesinadas por razones moralmente frívolas. Ya existen productos a base de plantas que tienen sabor, textura y precio comparable al de la carne de animales asesinados. El mejor momento para hacerse vegano es ahora.

  • Brian Tomasik sugiere que las plantas e incluso bacterias podrían ser sintientes. ¿Debería el imperativo hedonista incluir también a estos seres?
    "Hasta que los humanos no extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, no conoceremos la paz".
    (Albert Schweitzer)
    ¿Cuáles deberían ser los límites de nuestro círculo de compasión o, dicho de manera más realista, nuestro círculo de sistematización moral?

    En primer lugar, pido disculpas a cualquier lector exasperado que piense que tenemos asuntos morales más urgentes que resolver antes de preocuparnos por la posibilidad de que las bacterias sientan una angustia infinitesimal. En términos prácticos, estamos de acuerdo: deberíamos priorizar el cierre de granjas industriales y mataderos y terminar con todas las fuentes de sufrimiento fácilmente evitables en humanos y no humanos por igual. Los intereses del más modesto de los animales sintientes tiene precedencia por sobre las bacterias y las plantas; si es que plantas y bacterias tienen algún interés que no sea meramente metafórico. A veces, los humanos antropomorfizamos demasiado, aunque es más común que lo hagamos muy poco. De cualquier modo, es importante que tengamos la teoría correcta de la consciencia. Las teorías de mente equivocadas pueden llevar a consecuencias éticas catastróficas. Brian Tomasik (véase Essays on Reducing Suffering [Ensayos sobre la reducción del sufrimiento]) nos hace un favor al forzarnos a pensar bien sobre las justificaciones que le damos a lo "obvio". No hay cabida en la física para aquello que nos parece intuitivo o posible y tampoco debería haberlo en una futura ciencia de la mente.

    Sí, pienso que el IH debería extenderse a todos los seres sintientes del árbol filogenético, ya sea que vivan libres, domesticados, encarcelados o de forma "silvestre". Una revolución técnica está transformando nuestro panorama moral. Por ejemplo, los impulsos génicos sintéticos basados en CRISPR prometen alterar el cronograma intuitivo de viabilidad técnica. Así que no es una locura, incluso hoy, pensar en ayudar a conejos y roedores, como a humanos y elefantes. Animales de reproducción lenta como humanos y elefantes representan un desafío mayor para la intervención en líneas germinales en comparación con nuestros primos de reproducción rápida. En cualquier caso, la ética converge en este punto con la racionalidad informada por la teoría de decisión. Deberíamos erradicar la firma molecular de las experiencias inferiores al "cero hedónico" a través de todo el mundo viviente: es la raíz de todo mal. Los agentes morales responsables deberían asegurarse de que el sufrimiento no pueda resurgir en nuestro cono de luz futuro.

    Los límites exactos de la sintiencia son controvertidos, por eso tu pregunta. Insectos y gusanos (siendo precisos, los ganglios de insectos y gusanos) son casi ciertamente sintientes, como dan cuenta sus comportamientos, genética y sistemas dopaminérgico y opioide. Más incierto es lo siguiente: nuestros nociceptores periféricos podrían literalmente sentir dolor. Recordemos que nuestras manos se retraen de un tirón al tocar un fogón caliente cientos de milisegundos antes de que nuestro SNC sienta el dolor provocado por la alta temperatura. ¿Pero qué pasa con las amebas? Las especulaciones sobre el límite inferior teórico de los "psicones" de la experiencia van desde el conectoma de las redes neuronales hasta la sintiencia de neuronas individuales, e incluso llegando a los elementos más pequeños del mundo mismo según los describe la teoría cuántica de campos; por ejemplo, panpsiquismo y fisicalismo no materialista (véase What is a good way to describe the Hard Problem of consciousness to someone with little background in philosophy and/or science? [¿Cuál es una buena forma de describir el problema difícil de la consciencia a alguien que tiene poca experiencia estudiando filosofía o ciencias?]).

    Independiente de los límites de la sintiencia, la existencia de la consciencia no otorga por sí misma estatus moral. Supongamos que algunos sistemas de procesamiento de la información sin la capacidad de desplazarse de manera rápida y autónoma sí tienen experiencias rudimentarias. No existe razón a priori para pensar que tales experiencias rudimentarias tengan valencia o tono hedónico, es decir, experiencias que sean subjetivamente agradables o desagradables. En los animales que poseen sistema nervioso central, proyecciones provenientes del sistema límbico "tiñen" de tono hedónico experiencias que de otro modo son neutrales para la neocorteza o sus equivalentes. En la ausencia de inervaciones que realicen este teñido hedónico, las experiencias emocionalmente neutras no importan. O eso defiendo yo. En la ausencia del eje placer-dolor, nada importa, independiente de si existe sintiencia o no. A pesar de estas incertidumbres, debería ser técnicamente simple (en cierto sentido) erradicar las experiencias bajo el cero hedónico en una época pos-CRISPR (véase What is the root cause of all suffering? [¿Cuál es la causa principal del sufrimiento?]). Con la ayuda de neuroimágenes y usando sujetos humanos verbalmente competentes, identificar el núcleo de las firmas moleculares de las experiencias desagradables. Luego, prevenir su expresión genética usando sustitutos biológicos benignos o prótesis con inteligencia artificial para cumplir las mismas funciones de las experiencias desagradables, de ser necesario. Existe una diferencia entre, digamos, el papel funcional esencial que cumple la ansiedad y el carácter prescindible de los celos. Pensemos también en las mutaciones sin sentido que sufre el gen SCN9A y que eliminan por completo la capacidad de sentir dolor físico (véase Do you believe physical pain could be eliminated? [¿Crees que el dolor físico pueda eliminarse?]). Los robot hechos de silicio que existen hoy no necesitan esas desagradables "sensaciones primarias" de dolor ni tampoco las necesitarán las mentes biológicas del mañana. El dolor psicológico es algo más complicado, pero el principio es el mismo.

    Pero lo que distingue a las experiencias importantes de las insignificantes, desde una perspectiva ética, no es solo el tono hedónico (agradables, desagradables o neutras), sino también la unión fenoménica. Si lo demás permanece constante, las macroexperiencias importan más que las microexperiencias. Un pinchazo de aguja es puramente desagradable sin cualidades inherentes que lo compensen, pero sigue siendo insignificante. A modo de comparación, imaginemos que 1,4 mil millones de mentes pertenecientes a ciudadanos chinos, cada una dentro de su propio cráneo, experimentaran un pinchazo. Esto no transformaría China entera en un sujeto de experiencia unificada ni le daría una megamigraña al país, ni siquiera si estas mentes se comunicaran de forma recíproca a través de rápidas señales electromagnéticas que avisaran del dolor insignificante que están experimentando individualmente. ¿Por qué son los sistemas nerviosos biológicos tan diferentes? Digamos que identificamos el perfil de expresión genética y la firma molecular que subyacen a las experiencias desagradables en la neurona de un mamífero. Las neuronas de las redes neuronales se comunican unas con otras por medio de sinapsis químicas y eléctricas relativamente lentas. Siendo así, cuando estamos despiertos, ¿por qué no somos patrones de "polvo mental" jamesiano sin mayor importancia moral que la que tiene la ola que forman los asistentes a un estadio? La suma de 1,3 miles de millones de trivialidades no da como resultado algo de importancia cualitativa. Por el contrario, el sufrimiento de los sistemas nerviosos biológicos sí importa.

    Brian Tomasik y yo estamos en desacuerdo sobre el problema de la unión fenoménica. Este problema es de especial importancia ética en el caso de que Brian tenga razón y yo esté equivocado sobre la sintiencia digital (véase This guy thinks killing video game characters is immoral [Este hombre piensa que matar personajes de videojuegos es inmoral]).

    En el contexto de organismos biológicos, yo defiendo que si el fisicalismo es verdad, entonces la pared estructural que envuelve a la membrana de las células vegetales y bacterias implica que las plantas multicelulares y las colonias de bacterias no son sujetos de experiencias unificadas fenoménicamente. Del mismo modo, los ciudadanos de China no pueden generar un sujeto de experiencia unificada por más que sus mentes envueltas en cráneos individuales se interconecten funcionalmente. No voy a recapitular aquí mi teoría no clásica de unión fenoménica. Es excéntrica y puede que sea refutada por la próxima generación de interferometría. Pero también creo que es la única forma de salvar el fisicalismo monista del espectro del dualismo. Todas las opciones que intentan resolver el problema difícil de la consciencia son extrañas y todas las opciones para resolver el problema de la unión fenoménica, también. Sea cierto o no, existen buenas razones para creer que plantas y colonias bacteriales son, en efecto, agregados celulares que existen en decoherencia: funcionalmente interconectados, sí, en especial en el caso de las plantas multicelulares, pero sin más intereses que las microexperiencias individuales insignificantes de las células que las constituyen. En otras palabras, las plantas y microorganismos carecen de importancia ética; o, al menos, son de una importancia trivial en el contexto de la pesadilla que es la vida darwiniana. Las plantas y organismos unicelulares pueden tener valor (o desvalor) instrumental para los seres sintientes, pero no tienen valor (ni desvalor) intrínseco. El jainismo de alta tecnología tiene límites prácticos. Deberíamos evitar pisar una hormiga, pero no es necesario preocuparse de aplastar involuntariamente a un microbio o de tomar antibióticos.

    Supongamos, entonces, que bacterias, arqueas y células vegetales solo tienen microexperiencias aisladas. ¿Cuál debería ser el futuro a largo plazo de plantas y microorganismos? Su destino depende de nuestra teoría del valor y también de nuestra política. La mayoría de las personas se preocupan, o fingen preocuparse, por la conservación de las especies y la protección del medioambiente. La Gran Oxidación fue un evento catastrófico que envenenó el planeta matando innumerables bacterias anaeróbicas y creó la desgracia de la vida aeróbica. Sin embargo, la fotosíntesis vegetal goza de amplio apoyo en la actualidad. También existe un amplio acuerdo popular que favorece la conservación de cierta megafauna considerada "carismática". Pocos se preocupae de los microorganismos, cuyo estatus taxonómico de todas formas es muy poco claro (véase The Scientist Who Scrambled Darwin’s Tree of Life [El científico que desordenó el árbol de la vida de Darwin]). En lo personal, le dejó la salud metafórica de ecosistemas y especies a los ecologistas. El papel de una futura disciplina que podría llamarse biología compasiva será proteger los intereses de los seres sintientes con unión fenoménica, respetando sus preferencias cuando sea posible y priorizando su bienestar subjetivo por sobre las abstracciones taxonómicas.

    ¿Y qué pasará en el futuro lejano? ¿Deberíamos terraformar otros planetas, por ejemplo? Crear ecosistemas con vida darwiniana aquejada por el dolor sería antiético. ¿Pero podríamos bioimprimir, digamos, vegetación exótica para que los amantes de la naturaleza que deseen vivir en la realidad basal, y no en una realidad virtual inmersiva, puedan disfrutarla? (véase Estética evolutiva) De nuevo, me desentiendo de cualquier cosa que no implique sufrimiento. La política práctica nos sugiere un conservadurismo limitado. Tal vez deberíamos proponernos crear en nuestra galaxia una compleja civilización que habite dentro de una burbuja basada en gradientes de felicidad inteligente, y que a su vez esté rodeada de una esfera de utilitronio que se expanda rápidamente casi maximizando la abundancia cósmica del valor positivo subjetivo dentro de nuestro volumen de Hubble. El utilitarismo clásico ofrece la mejor alternativa para naturalizar el valor; digo yo, que soy utilitarista negativo. A quienes no son utilitaristas, en su mayoría, no les importa si una roca o una zanahoria (o un sistema solar distante) es convertido en utilitronio, esto es, materia y energía optimizadas para la felicidad pura. Según los criterios del utilitarismo, las plantas y las bacterias no son ordenamientos óptimos de materia y energía. No estoy seguro de que plantas y bacterias tengan un futuro lejano, pero lo mismo podría decirse de toda la vida darwiniana, en especial de Homo sapiens. Pero a diferencia de los animales, plantas y bacterias carecen de deseos subjetivos que debamos tomar en cuenta. Por primera vez, creo que el sentido común es correcto en este caso.

  • ¿Cómo sería el mundo si todos fuéramos veganos?

    Civilizado. Es probable que granjas industriales y mataderos sean clausurados este siglo. Con su cierre se terminará la peor forma de sufrimiento severo y evitable en el mundo moderno. El abuso animal industrializado se terminará no porque todos nos hagamos veganos, en un sentido estricto, sino porque la revolución de la carne in vitro tiene el poder de volver el abuso animal en algo superfluo. Los cadáveres de animales asesinados que se venden en supermercados serán remplazados por carne "limpia", barata, gourmet y libre de crueldad. Algunos productos in vitro podrían ser etiquetados como "naturales", por ejemplo, aquellos sin modificaciones genéticas, para apaciguar a los tradicionalistas. Otros serán fortificados nutricionalmente y hasta mejorados.

    La revolución dietética traerá consigo una revolución en la ética y reformas legislativas que protejan los intereses de los animales no humanos. Tener claridad moral es más fácil cuando no existen incentivos apetitosos que lo lleven a uno a tener un sesgo de interés personal. Aun así, una revolución antiespecista total es improbable socialmente. ¿Qué pasaría si todos fuéramos veganos?

    A diferencia de la transición mundial a carne limpia, este tipo de escenarios son considerados inverosímiles, aunque tienen precedente bíblico. El poder computacional prácticamente ilimitado, la regulación de la fertilidad para múltiples especies a través de la inmunocontracepción, la edición genómica con CRISPR y los impulsos génicos sintéticos convierten en una opción técnicamente viable la biósfera libre de violencia que profetiza Isaías 11:6. El nivel de sufrimiento del mundo viviente es ahora una elección moral. El compromiso con construir un mundo vegano también se halla implícito en la versión budista del mandamiento bíblico "No matarás", que también está en consonancia con la doctrina ahimsa presente en el hinduismo y jainismo. Por ende, la visión de una civilización futura no violenta no es una fantasía reciente, aunque los detalles de su implementación sí son nuevos. Gracias a la biotecnología, la administración compasiva de un planeta veganizado es tecnológicamente viable. Hoy estamos viviendo en el último siglo en la Tierra donde el sufrimiento será genéticamente irremediable. Por supuesto, estos escenarios del futuro distante son ambiciosos, ecológicamente hablando. Quizás los humanos o nuestros descendientes transhumanos optarán por conservar el statu quo lleno de violencia y dolor para siempre; o quizás incluso practiquen la cruel "resilvestración". Pero si se administra de forma sabia, la naturaleza podría parecerse más a un estado de bienestar para todas las especies que a una película snuff.

  • ¿Podemos vivir en un mundo donde los animales no se coman a otros animales?
    "He concebido una serie de reglas que describen nuestras reacciones a la tecnología:
    1. Todo lo que existe cuando naces es normal y ordinario y es simplemente una parte natural de cómo funciona el mundo.
    2. Todo lo que se inventa cuando tienes entre quince y treinta y cinco es nuevo, emocionante y revolucionario y probablemente puedes hacer una carrera en ello.
    3. Todo lo que se inventa después de que tienes treinta y cinco va contra el orden natural de las cosas".
      (Douglas Adams, El salmón de la duda (2002))
    Técnicamente, sí.
    Comernos los unos a los otros es sanguinario.
    Los poshumanos mirarán al pasado de la vida darwiniana y quizás lo verán como un holocausto caníbal o una película snuff.

    La regulación de la fertilidad en múltiples especies por medio de la inmunocontracepción, la edición genómica con CRISPR y la posibilidad de usar impulsos génicos sintéticos hacen que el nivel de sufrimiento que existe en la biósfera sea un parámetro ajustable. Pronto cada metro cúbico del planeta será accesible y microgestionable por medio de las inminentes revoluciones en la robótica, nanotecnología e inteligencia artificial, en conjunto con el crecimiento exponencial del poder computacional. Los depredadores estrictos podrán reprogramarse y sus víctimas (presas) podrán mejorarse genéticamente. Algunos recursos temporales son viables, por ejemplo, el uso de carne molida in vitro aromatizada con hierba gatera para felinos en parques naturales del mañana.

    Veganizar el mundo implica superar muchos obstáculos, tanto técnicos como éticos. Por ello, será prudente realizar exhaustivos análisis de costo-beneficio, modelado computacional y estudios piloto dentro de biósferas aisladas, si bien la destrucción de hábitats fuera de control que existe hoy es aún más peligrosa para los ecosistemas. Los críticos afirman que "patrullar" la naturaleza convertirá la vida terrestre en un zoológico. Pero los humanos y no humanos alcanzan una mayor prosperidad cuando son libres, no encarcelados ni silvestres.

    Desechar el malware genético y reprogramar la biósfera para abolir el sufrimiento no son cosas que sucederán de la noche a la mañana. Los humanos tienen muy arraigado el bioconservadurismo. Sería mejor que los defensores de la administración compasiva del mundo vivo citaran al Buda o a Isaías y menos la declaración transhumanista. El sesgo de statu quo lleva a la mayoría de humanos a creer que el dolor en la biósfera es "natural" y, por ende, bueno y que un mundo donde los seres sintientes pueden prosperar sin intervenciones es "antinatural" y, por ende, malo (véase Apelación a la naturaleza). Pero las atrocidades de la "naturaleza cruel y sangrienta" serán sustituidas, en algún momento, por un tipo de vida posdarwiniana alternativa, civilizada y no violenta; una transición evolutiva gigantesca en el desarrollo de la vida en la Tierra.

    ¿En qué escala temporal sucederá?
    Antes de que los agentes morales inteligentes puedan comenzar a ayudar sistemáticamente a animales no humanos, los humanos arcaicos primero deben dejar de lastimarlos de manera sistemática. Las granjas industriales y mataderos desaparecerán más avanzado este siglo como resultado de la revolución de la carne in vitro. Nuestra prioridad ética debiese ser clausurar y prohibir estas fábricas de muerte. ¿Pero qué vendrá después de que nuestro círculo de compasión se expanda de esta manera? Puede parecer demasiado prematuro empezar a diseñar los planes para un mundo libre de crueldad, pero solo podremos tener un debate serio sobre el futuro de la sintiencia cuando entendamos qué es y qué no es técnicamente viable.
    Reprogramming Predators [Reprogramación de depredadores]
    A Welfare State For Elephants? [¿Un estado de bienestar para elefantes?]
    Diseñando genéticamente una biósfera feliz

  • ¿Por qué hizo Dios que la violencia formara parte de la naturaleza cuando nadie puede vivir sin amor? Los animales (incluidos los humanos) deben matar a otros para poder sobrevivir. En otras palabras, ¿por qué existe la relación depredador- presa?

    Supongamos que las explicaciones naturalistas de la existencia fueran falsas. Nuestro mundo tiene un Creador, o un Dios o un ente análogo secular. De ser así, es un misterio por qué un Dios benevolente permitiría que el mundo viviente fuera atormentado por el sufrimiento y la violencia extrema (véase Teodicea). Sin embargo, la Biblia es explícita. La sagrada escritura nos habla de un mundo sin depredadores ni presas, un reino pacífico donde el león y el lobo se acostarán con el cordero, donde los carnívoros serán herbívoros ("el león comerá paja lo mismo que el buey") y las serpientes dejarán de ser venenosas ("El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado"). En resumen, la Biblia profetiza un estado de bienestar para todas las especies (véase ¿Cómo sería el mundo si los animales dejaran de matarse entre ellos?).

    Isaías no especifica los detalles moleculares ni genéticos. La dinámica de poblaciones en los ecosistemas posdarwinianos es incierta (véase Si no existieran los carnívoros, ¿cómo afectaría esto a herbívoros y plantas?). No obstante, Dios (o nuestro Simulador) permitió que la evolución diera origen a una especie capaz de programar genéticamente la biósfera, crear carne in vitro, reprogramar a los depredadores y controlar las técnicas de inmunocontracepción, edición genómica con CRISPR y genética dirigida. Pronto, la biología del sufrimiento será opcional. ¿Deberíamos usar las técnicas de biotecnología para crear una aproximación de la paz y felicidad bíblicas o permitir que los asesinatos y la violencia desmedida continúen sin detención?

    A menudo se afirma que la ciencia es neutral respecto de los valores. Al mismo tiempo, las revistas científicas como Science defienden abiertamente la idea de preservar a los depredadores, ignorando el sufrimiento de sus víctimas. La biología de conservación es una ideología cruel que se hace pasar por ciencia. Los cristianos que se toman en serio la Biblia deberían educar a los científicos sobre la necesidad de una biología compasiva. Un Dios (o Allah) de misericordia infinita de seguro estaría de acuerdo. De lo contrario, no nos hubiese legado Isaías ni las CRISPR. La biotecnología nos ofrece las herramientas para usar la ingeniería en la naturaleza y construir un mundo vegano, basado en la felicidad y el amor. Si se usa sabiamente, las biociencias pueden asegurar que la visión compasiva de la que habla Isaías se haga realidad.

  • Si los humanos dejaran de matar animales y, como consecuencia, sobrepoblaran la Tierra, ¿cómo resolverían el problema los veganos?

    ¿Cuál es el método más ético para conseguir tamaños de poblaciones que sean ecológicamente sostenibles en humanos y no humanos?
    (1) ¿Hambruna, depredación, parasitismo y enfermedad?
    o
    (2) ¿Regulación de la fertilidad en múltiples especies?
    La opción (1) es natural e implica sufrimiento horrible y sin sentido.
    La opción (2) es "antinatural", en el sentido popular del término. Pero también lo son la ropa, los antibióticos y los teléfonos inteligentes. "Antinatural" no es más que un término que usamos para "abuchear" las innovaciones que nos ofenden.

    Las técnicas para regular la fertilidad en distintas especies van desde la planificación familiar en humanos hasta la inmunocontracepción en grandes vertebrados terrestres (véase A Welfare State For Elephants [Un estado de bienestar para elefantes]) e incluso los impulsos génicos sintéticos a base de CRISPR para animales pequeños de reproducción rápida. El sistema de las CRISPR puede usarse como editor genómico programable para ofrecer un alto nivel de control sobre los genomas de todas las especies vivientes. Los impulsos génicos sintéticos basados en nucleasas permiten la transmisión supermendeliana de cualquier elemento genético que se desee a través de cualquier especie que se reproduzca sexualmente y viva en libertad. Así se podrían alterar las proporciones de machos y hembras para reducir o aumentar los tamaños de poblaciones. La genética dirigida programable y ajustable y que tenga distintos niveles de eficacia puede usarse de manera remota para regular los tamaños de las poblaciones de miles de millones de seres sintientes. Y no solo los tamaños de sus poblaciones, sino que pronto también el nivel de sufrimiento en el mundo viviente será un parámetro ajustable (véase Diseñando genéticamente una biósfera feliz). Primero, debe usarse modelado computacional. Luego, hacer ensayos en biósferas artificiales aisladas. Posteriormente, realizar implementaciones en parques de vida silvestre y en hábitats tan diversos como el océano profundo y las selvas tropicales. Existirán muchas complicaciones, pero los principios básicos son muy simples. No se nos terminará el poder computacional. La planificación meticulosa para crear una biósfera vegana civilizada es muy distinta del experimento sin control que constituye la destrucción de hábitats de la actualidad.

    La administración compasiva del resto del mundo viviente solo será realista en términos sociales cuando hayamos clausurado las granjas industriales y mataderos tras la revolución de la carne in vitro. Quizás el asunto más controvertido será qué hacer con los carnívoros estrictos. La mayoría de las personas demonizan a los depredadores humanos, pero adoran a los depredadores no humanos. Se necesita un debate ético serio. ¿Cuál es el nivel éticamente aceptable de mejoras genéticas? ¿Deberíamos reconocer un derecho fundamental a "hacer daño"? ¿Son la violencia y el terror éticamente defendibles cuando las víctimas pertenecen a una especie o grupo étnico diferente del nuestro? En mi opinión, no:
    ¿Podemos vivir en un mundo donde los animales no se coman a otros animales?

  • ¿Crees que en algún momento más de la mitad de la población mundial será vegetariana? De ser así, ¿cuándo? (Consideremos la carne de laboratorio como vegetariana)

    Sí. Puede que este sea el último siglo con abuso animal industrializado. La escala de tiempo precisa dependerá de cuándo los productos de carne cultivada lleguen a los supermercados a precios asequibles. Puede que al principio algunos consumidores desconfíen de los productos in vitro al confundirlos con alimentos modificados genéticamente. El marketing será esencial para que su aceptación sea más rápida. Es mejor resistir la tentación de enriquecer genéticamente la carne cultivada al menos hasta que el invitrotarianismo sea normal en todo el mundo. Cuando los consumidores estén ya familiarizados con el concepto y existencia de la carne limpia, libre de crueldad y no obtenida a partir de asesinatos, la revolución será imparable. Los humanos tendemos a ser moralmente apáticos, pero muy pocos somos sistemáticamente malévolos. Casi a nadie le gustan las granjas industriales y mataderos. La mayoría de los consumidores prefieren que no les recuerden la existencia de estos lugares (véase Poll Shows 47% Of Americans 'Agree With Ban On Slaughterhouses' [Encuesta muestra que 47% de estadounidenses "está de acuerdo con prohibir los mataderos"]). Además, los humanos tienen tendencia a señalizar su virtud en redes sociales y otros sitios, como muestran millones de publicaciones de Facebook y perfiles en sitios de citas. A medida que avance la revolución de la carne cultivada, no habrá mejor manera de mostrar que uno es una persona decente y con integridad moral, sin sufrir la menor inconveniencia. ¿Cuántas personas preferirán comer animales asesinados cuando sea habitual tener acceso a opciones libres de crueldad indistinguibles de los productos cárnicos en supermercados y restaurantes? La mayoría de los humanos se considera civilizada. La revolución de la carne cultivada vendrá acompañada de mucha autocomplacencia e indignación moral ante quienes se rehúsen a participar de ella.

    Afortunadamente, ninguna de las religiones más grandes prohíbe la carne cultivada. Sin entrar en demasiada especulación teológica, es difícil ver cómo un Dios misericordioso podría oponerse a tal innovación. Incluso existen pasajes en las escrituras que podrían interpretarse como apoyo divino. Por ejemplo, la multiplicación de panes y peces por Jesús o (más indirectamente), Isaías 66:3: "se inmola un buey y se mata a un hombre".

    Algunos defensores de los animales piensan que el desarrollo y comercialización de la carne in vitro distrae de los verdaderos problemas éticos, porque ya existen sustitutos económicos, sabrosos y nutritivos. Muchos ex consumidores de carne consumen en la actualidad opciones vegetarianas y veganas saludables. No se necesita un sacrificio heróico: los vegetarianos y veganos suelen ser más inteligentes, delgados y longevos que las personas que comen carne. A la luz de los horrores que ocurren en granjas industriales y mataderos, quejarse de que el sabor o textura de las hamburguesas vegetales no es idéntico al de las hamburguesas de carne parece una mera frivolidad moral. De seguro no es necesario que existan invitroburguesas para hacer desaparecer esta diferencia. Y es cierto: el vegetarianismo podría triunfar en todo el mundo con suficiente tiempo (¿siglos?), ingenio gastronómico e impetuosas campañas éticas. No lo sé. Pero el veganismo a nivel mundial (en el sentido estricto) parece socialmente inverosímil en escalas de tiempo estimables. Los críticos veganos podrían responder que los proponentes de la carne y los productos animales cultivados son demasiado desconfiados de la naturaleza humana, que solo basta con hacer campañas más impetuosas. Sin embargo, quienes critican las soluciones técnicas pueden sobreestimar sus propias habilidades de persuasión. La mayoría de las personas que comen carne ya conocen los argumentos en contra de herir a otros animales, pero siguen consumiendo carne y otros productos animales de todas formas. Cuando se les reprocha que los cerdos son tan sintientes como los bebés humanos, el consumidor de carne promedio solo se encoge de hombros y da las típicas respuestas: "me gusta el sabor", "son solo animales", "necesito proteína", "los humanos somos omnívoros", "la ciencia demostró que las plantas sienten dolor", "los veganos se creen superiores", etcétera. Pero más comúnmente solo se encogen de hombros. Como dijo George Bernard Shaw: "Las costumbres harán que las personas acepten cualquier atrocidad". Las revoluciones morales que dependen de una pequeña inconveniencia personal son mucho menos creíbles que las que implican cero inconveniencia personal. Es fundamental que aceleremos el desarrollo y comercialización de carne y productos animales in vitro.

    Las granjas industriales serán prohibidas en todo el mundo cuando la mayoría de humanos sea invitrotariano, vegetariano, vegano o flexitariano. A fines de este siglo, es probable que los mataderos sean prohibidos por las leyes internacionales. Esta predicción puede parecer excesivamente optimista. ¿No será que una minoría de consumidores conservadores se resistirá para siempre? Incluso después de que numerosos estudios bien controlados y doble ciegos hayan mostrado que no existe diferencia de sabor y textura entre carne in vitro y carne proveniente de animales asesinados, ¿no será que seguirán existiendo personas reaccionarias que aludan a una cualidad indescriptible que distingue a los productos tradicionales de las alternativas sintéticas de moda? ¿No son algunas personas simplemente rencorosas, perversas o demasiado apegadas a la cultura de comer carne?

    Lamentablemente, sí. Pero las revoluciones morales suceden. El debate sobre los derechos de los animales cambiará por completo cuando desaparezcan los incentivos que nos llevan al sesgo de interés personal. En ese sentido, la carne cultivada es la tecnología definitiva de mejoramiento moral. Durante este siglo, el abuso industrializado de animales no solo será socialmente inaceptable, sino también ilegal, al igual que el canibalismo y el abuso infantil. Cuando cierre el último matadero, la humanidad se felicitará a sí misma por ser una especie tan compasiva.

  • Desde la perspectiva antinatalista, ¿qué impide que la vida evolucione de nuevo en seres sintientes que perpetúen el sufrimiento? ¿No estamos más cerca ahora de eliminar el sufrimiento de lo que lo estaría la siguiente evolución de la vida sintiente al momento de su origen?
    "Vosotros queréis, en lo posible, eliminar el sufrimiento - y no hay ningún «en lo posible» más loco que ése. -; ¿y nosotros? - ¡parece cabalmente que nosotros preferimos que el sufrimiento sea más grande y peor que lo ha sido nunca! El bienestar, tal como vosotros lo entendéis - ¡eso no es, desde luego, una meta, eso a nosotros nos parece un final! Un estado que enseguida vuelve ridículo y despreciable al hombre, - ¡que hace desear el ocaso de éste! La disciplina del sufrimiento, del gran sufrimiento - ¿no sabéis que únicamente esa disciplina es la que ha creado hasta ahora todas las elevaciones del hombre?"
    (Friedrich Nietzsche, "Más allá del bien y del mal" (1886))
    Voy a responder a tu pregunta como un antinatalista "moderado" que piensa que la única solución a largo plazo para el problema del sufrimiento es reprogramar la biósfera. Los pronatalistas, creyentes religiosos, defensores de la ética enfocada en el sufrimiento e incluso (¿o especialmente?) los amantes acérrimos de la vida que se dedican a reducir los riesgos existenciales pueden, en potencia, apoyar el proyecto abolicionista. De seguro nos quedan siglos de lucha, pero la escala temporal de un proyecto antinatalista "extremo" sería similar. "Buena salud para todos" según la generosa definición de la Organización Mundial de la Salud merece convertirse en cliché. La biotecnología a través de la edición genómica nos da las herramientas para realizar esta tarea.

    ¿Pero cómo respondería un antinatalista "extremo" a tu pregunta?
    Desde una perspectiva técnica, existen soluciones definitivas y apocalípticas para el problema de la vida en la Tierra. La Estrella de la Muerte es ciencia ficción e incluso esterilizar al planeta entero sería un desafío. Pero la vida pluricelular podría extinguirse por medio de un "arma del juicio final", una bomba termonuclear de cobalto de varios gigatones que alcanzara todos los continentes, o a través de impulsos génicos sintéticos enfocados de forma independiente. Tras una reducción en la biósfera de esta envergadura, las arqueas y bacterias que viven en las profundidades de la Tierra no tendrían tiempo suficiente para evolucionar en animales aquejados por el dolor antes de que el sol se convierta en una gigante roja en mil millones de años, cuando el planeta se volverá efectivamente inhabitable. Podría argumentarse que los riesgos de describir en detalle lo que se necesitaría (a diferencia de solo mencionar generalidades superficiales) sobrepasa los beneficios concebibles. En mi opinión, es recomendable que incluso los antinatalistas "extremos" enaltezcan la santidad de la vida humana y no humana. El sufrimiento rara vez ennoblece y la compasión por todos los seres sintientes puede transformarse en nihilismo y misantropía. Incluso la eutanasia voluntaria debe normarse con extensas protecciones legales en la sociedad humana.

    Sin embargo, pienso que la objeción fundamental al antinatalismo "extremo" es más simple y, en lo que a mí respecta, concluyente. Los antinatalistas "extremos" deben demostrar cómo podemos superar las presiones de selección. Los antinatalistas tienden a removerse a sí mismos del acervo génico y los distintos tipos de antinatalista nunca lograrán que se alcance un consenso mundial sobre la decisión de no tener hijos de manera universal. Con mucho esfuerzo, es posible que consigamos un consenso para eliminar la biología del sufrimiento a través de la edición de nuestro código genético. Incluso obstáculos que podrían parecer infranqueables, como el sufrimiento de animales silvestres, son solo detalles de implementación. Pensemos en el sueño alguna vez utópico de contar con cirugías sin dolor y los opositores que la anestesia tuvo en un comienzo. "Pero sin sufrimiento no seríamos humanos", dicen los críticos.
    Me resisto a la tentación de ofenderlos, pero puedo estar de acuerdo de manera cortés: existe más de un camino que lleva a la extinción humana.

  • ¿Es tener trabajo un derecho humano o un privilegio?
    "Todo trabajo remunerado consume y degrada la mente".
    (Aristóteles)
    Intercambiar horas por dinero no es ni un derecho ni un privilegio, sino una maldición. La revolución de la inteligencia artificial y la robótica pronto relegará la prostitución de nuestras mentes y cuerpos a la historia. Por el futuro previsible, la idea de acabar con el nexo del dinero por completo es una utopía: lo que los economistas llaman bienes de estatus y bienes posicionales no desaparecerán por el momento. Pero la renta básica universal (RBU) en conjunto con la abundancia en la práctica ilimitada de bienes materiales hará que la pobreza esté obsoleta.

    Los no humanos se beneficiarán también. La revolución de la carne in vitro hará innecesaria la existencia de trabajadores en la industria del sufrimiento (es decir, la ganadería). Muy pocos trabajos tradicionales no podrán traspasarse a máquinas inteligentes. No solo los trabajos repetitivos y poco calificados, sino la medicina, educación y leyes pronto serán tercerizados a IA. Los trabajadores sexuales serán remplazados por amantes robóticos sensibles, románticos y atentos. En los márgenes de la vida económica, los filósofos de la mente e investigadores de la consciencia que trabajen en áreas contraculturales de la ciencia no podrán ser tan fácilmente remplazados por zombis digitales inteligentes. Pero incluso aquí la suposición de que los humanos son indispensables puede ser simplista. Las plataformas virtuales de farmacología revolucionarán las investigaciones sobre drogas psicoactivas y los chatbots filosóficos (véase The Wit and Wisdom of ChatGPT [El ingenio y sabiduría de ChatGPT]) podrán programarse para decir cosas sobre la consciencia que tengan más sentido que las palabras de destacados filósofos de la mente.

    El futuro de la política es incierto. La selección natural "diseñó" a los machos humanos para cazar y hacer la guerra. Bajo suposiciones bastante modestas, estadistas robóticos artificialmente inteligentes podrían tomar decisiones que superaran los juicios de primates machos llenos de testosterona. Pero es poco probable que los políticos humanos le cedan el poder a algoritmos inteligentes y un hipotético golpe de Estado realizado por zombis es ciencia ficción.

    ¿Qué haremos todo el día?
    Puede parecer que el ocio ilimitado será aburrido. Pero los mundos virtuales inmersivos, sabiamente diseñados para activar las emociones primarias de la mente humana serán cada vez más adictivos. Más adelante, el software de edición génica transformará la naturaleza humana. El transhumanismo promete ponerle fin al dolor y al sufrimiento y también a la biología del aburrimiento, en otras palabras, a los estados mentales mediocres y también a los horribles. La biotecnología aumentará nuestro rango hedónico, recalibrará la caminadora hedónica, diversificará nuestra gama de emociones y erradicará los sustratos moleculares del aburrimiento y los remplazará por gradientes de fascinación sensibles a la información. En el mundo del mañana, el tedio será fisiológicamente imposible, mientras que la vida darwiniana alterna entre la esclavitud salarial y el hedonismo vacío. La vida posdarwiniana tendrá sentido, motivación y propósito genéticamente programados. Obviamente, habrá obstáculos y baches. Pero si superamos los desafíos con éxito, la revolución de la biofelicidad será una transición evolutiva gigantesca en la historia de la vida en la Tierra.

  • ¿Ha llegado algún vegano a ser de las personas más longevas del mundo?

    Estadísticamente, los veganos tienden a vivir más que los vegetarianos (véase Why a vegan diet can make you live longer [Por qué una dieta vegana puede hacerte más longevo]), quienes por su parte tienden a vivir más que las personas que comen carne. Y estos, a su vez, tienden a vivir más que los caníbales. Sin embargo, son muchas las variables de confusión. Son escasos y poco conclusivos los estudios bien hechos que comparan la esperanza de vida de veganos, vegetarianos, consumidores de carne y caníbales. A diferencia del vegetarianismo, el veganismo en humanos es un fenómeno reciente. Los veganos estrictos que no consumen vitamina B12 se arriesgan a tener la esperanza de vida más corta, si no contamos a los respiracionistas. Son conocidos los supercentenarios veganos. Christian Mortensen, persona que ha sido verificada como el segundo hombre más longevo de la historia, con 115 años y 252 días al momento de su muerte en 1998, era vegetariano. Por su parte, Jiroemon Kimura, el más longevo, también atribuye su longevidad a su dieta mayormente vegetariana, aunque también consumía animales marinos. Marie-Louise Meilleur (1880-1998), persona verificada como la quinta mujer más longeva (después de Nabi Tajima, Lucile Randon, Sarah Knauss y Tane Kanaka) también atribuyó su longevidad a su dieta vegetariana. Si no hubiese fumado tabaco hasta los 102 años quizás hubiese vivido aún más. Dejando de lado las intervenciones más radicales contra el envejecimiento, pasarán décadas antes de que sepamos si las personas que han sido veganas durante gran parte de su vida romperán los récords de longevidad, aunque con el uso de biomarcadores, estadísticas de morbilidad y mortalidad, podemos extrapolar.

    Lamentablemente, estas discusiones pueden bordear lo surrealista. Sería como si debatiéramos sobre la esclavitud enfocándonos por completo en la salud cardiovascular de los esclavistas: sopesar las diferencias marginales que tienen para la expectativa de vida las diferentes dietas humanas puede hacernos perder de vista lo importante. Los horrores de las granjas industriales y mataderos son crímenes contra la sintiencia. Los humanos no necesitamos dañar a otros seres sintientes para prosperar. La verdadera civilización será vegana.

  • ¿Tiene algún propósito el sufrimiento humano?
    "El escepticismo nunca ha fundado imperios, establecido principios ni cambiado el corazón de la gente. Los grandes transformadores de la historia siempre han sido hombres de fe".
    (Edwin Hubbell Chapin)
    Sería bonito pensar que el sufrimiento tiene algún beneficio que lo compense. Quienes buscan excusas para justificarlo pueden apelar al rol computacional y funcional que cumple en el reino animal. Pero los robots no biológicos pueden funcionar bien sin él. La ciencia desconoce por qué los animales con sistema nervioso no son zombis filosóficos. A medida que la inteligencia artificial eclipse el desempeño de los humanos en cada vez más dominios cognitivos, quizás debamos aceptar que las "emociones primarias" desagradables del dolor físico y mental no son más que una forma cruel de implementación usada por la vida darwiniana y podremos cambiarnos a un sistema de señalización más civilizado. Por primera vez en la historia, la humanidad puede vislumbrar que abolir el sufrimiento del mundo viviente podría ser técnicamente viable. Solo podemos especular si la abolición será viable socialmente.

    Puede sonar absurdamente exagerado hablar de "abolir el sufrimiento".
    ¿Qué se puede hacer en la práctica?
    Descartemos la extinción como solución. Si sirve de algo, yo veo a la vida darwiniana como un malware que puede autorreplicarse. Es una visión minoritaria. No habrá personas como yo en el futuro. Las presiones de selección impiden que el antinatalismo "extremo" funcione. Lo mismo con las reformas socioeconómicas. Las intervenciones medioambientales seguirán cumpliendo un papel en la mitigación de la miseria y el malestar, pero por sí solas, estas soluciones parche no pueden llegar a la raíz del problema. Las noticias que hablan de una epidemia de depresión a nivel mundial al mismo tiempo que el progreso material está en niveles sin precedentes pueden parecer incomprensibles solo si uno cree que la selección natural diseñó la vida para ser fundamentalmente feliz. La naturaleza nos "diseñó" para correr y correr sobre la caminadora hedónica y continuar propagando nuestros genes, maximizando así nuestro fitness inclusivo, como le gusta decir a los biólogos evolucionistas.

    Según yo, la única solución a largo plazo para el problema del sufrimiento será biológico- genética. La edición genómica es la clave. Se necesita una revolución de la biofelicidad. Debemos codificar el bienestar de manera genética; la biósfera entera es programable. A comienzos del siglo XXI, la visión transhumanista que habla de una vida basada por completo en gradientes de bienestar inteligente aún evoca ideas de ciencia ficción utópica. La "superfelicidad" es una palabra vacía. A modo de prueba de existencia, existen hoy casos atípicos con genéticas poco comunes: personas innata y "naturalmente" libres de dolor con una constitución mental feliz. En el ambiente de adaptación ancestral, la mayoría de estos síndromes hubiesen tenido un costo adaptativo. Pero estos casos son ilustrativos. No han sido estudiados sistemáticamente como sus contrarios, la depresión unipolar y los síndromes de dolor crónico. Se requieren ensayos de CRISPR. Antes de erradicar por completo las experiencias involuntarias bajo el "cero hedónico", probablemente crearemos primero una civilización con un mínimo de dolor: no un mundo perfecto, pero un lugar mínimamente decente para vivir.

  • ¿Quiénes tienen un CI más alto, vegetarianos o consumidores de carne? ¿Por qué?
    "Elige batallas suficientemente grandes como para que importen, pero suficientemente pequeñas como para ganarlas"
    (Jonathan Kozol)
    Las pruebas de "CI" son seudocientíficas. Pero si sirve de algo, las calificaciones de CI obtenidas por vegetarianos sobrepasan por mucho a las de los consumidores de carne (véase High IQ link to being vegetarian [El CI alto vinculado al vegetarianismo]). No estoy al tanto de estudios bien controlados que comparen los CI de vegetarianos y veganos. Debido a que las pruebas de CI miden (toscamente) solo el componente "autista" de la inteligencia general dejando de lado habilidades relacionadas con la teoría de mente y los veganos suelen ser sistematizadores, no debería sorprendernos que sus calificaciones de CI sean de los más altos. Muchas más mujeres son vegetarianas (véase Science Says Vegetarians Are More Intelligent And Empathetic [La ciencia dice que los vegetarianos son más inteligentes y empáticos]). La proporción de hombres y mujeres veganos es casi la misma.

  • ¿Existe alguna evidencia científica o biológica que dé cuenta de diferencias en el comportamiento entre vegetarianos y no vegetarianos?
    "Los mayores consumidores de carne en general son más crueles y feroces que otros hombres"
    (Jean-Jacques Rousseau)
    Pensemos en los jainistas, quienes han practicado el vegetarianismo por más de 2500 años. Ninguna guerra se ha peleado en nombre del jainismo. Los jainistas evitan dañar a otros seres sintientes con sus palabras y sus acciones. Algunos sí consumen leche y productos lácteos; son vegetarianos, no veganos. Pero las vacas en la cultura india son protegidas y veneradas, muy diferente de cómo son tratadas en las granjas industriales de Occidente. La no violencia hacia los seres sintientes de otras especies suele ir acompañada de no violencia hacia humanos.

    ¿Pero podemos cuantificar esta conexión? Es difícil realizar ensayos bien controlados con la debida rigurosidad científica que comparen los efectos conductuales de las dietas vegetarianas, veganas y basadas en carne. Se podría escribir tratados enteros sobre las variables de confusión. Por ejemplo, aunque es posible tener una dieta vegana alta en proteínas, como demuestran los fisicoculturistas veganos, vegetarianos y veganos suelen tener una menor ingesta de proteína que los consumidores de carne. Es esperable entonces que existan sutiles diferencias conductuales, independiente de las razones éticas. Si mantenemos lo demás constante, las comidas altas en proteína dejan a la mayoría de las personas excitadas y alerta (y más tensas), mientras que las altas en carbohidratos relaja a la mayoría. El L-triptófano es una etapa limitante en la síntesis de serotonina, "el neurotransmisor civilizador". La insulina que se libera al consumir comidas altas en carbohidratos compite con aminoácidos neutrales y los expulsa del torrente sanguíneo: la L-fenilalanina y la L-tirosina son precursores de los neurotransmisores excitadores noradrenalina y dopamina.

    Pero es complicado. Si es menos probable que vegetarianos y veganos sean agresivos hacia otros humanos, esta disposición pacífica podría explicarse por la ideología compasiva que sostienen y no por las sutiles diferencias en su neurofisiología causada por la dieta que siguen.

    O podría ser una compleja interacción entre ambos. Lo mismo ocurre con la mayor expectativa de vida y mejores resultados en pruebas de CI que obtienen veganos y vegetarianos. Por desgracia, las pruebas de CI solo miden el componente "autista" de la inteligencia general, dejando de lado aspectos relacionados a la teoría de mente. Si las capacidades de cognición social, entendimiento empático y la destreza para leer las mentes de otras personas fueran incluidas en las pruebas de CI, quizás la brecha en la inteligencia sería mayor. Los test de CI que están disponibles en la actualidad carecen de validez ecológica por su poca sofisticación. Para reiterar, las diferencias conductuales entre consumidores de carne y vegetarianos pueden explicarse por razones distintas de la dieta misma, aunque la evidencia neurológica sobre los efectos cognitivos adversos a largo plazo del consumo de carne ha ido aumentando (véase Western diet increases Alzheimer's risk [La dieta occidental aumenta el riesgo de tener Alzheimer]).

    Otro problema metodológico es la llamada cognición motivada. El sesgo de publicación también está muy extendido. Además, todos los lados de este debate tienden a citar de forma selectiva la literatura científica para apoyar sus argumentos éticos (y antiéticos). Si somos pesimistas sobre la naturaleza humana, la manera más efectiva de ayudar a los consumidores a apreciar los argumentos éticos para preferir dietas libres de crueldad es mostrarles cómo los principios morales coinciden con sus intereses egoístas. Por el contrario, los consumidores de carne tienden a justificar el daño que le hacen a sus víctimas señalando el déficit nutricional de veganos naturópatas o descuidados que no se suplementan con vitamina B12. Y no es un mito: mujeres adultas y adolescentes que no comen lo suficiente para estar más delgadas corren mayor riesgo si también son veganas. Pero vegetarianos y veganos que se alimentan adecuadamente tienden a ser más delgados que consumidores de carne y también tener mejor salud cardiovascular. A menudo los consumidores de carne ponen en el mismo saco a veganos y vegetarianos, pero en realidad los ovolactovegetarianos, si son descuidados con su alimentación no sufren de ninguna deficiencia nutricional conocida por la ciencia médica mientras beban jugo de frutas. El único nutriente esencial del que carecen los huevos es la vitamina C. Por el contrario, los veganos que hacen caso omiso de recomendaciones nutricionales básicas están jugando con fuego. Ser negligente y saber poco de nutrición cuando uno es consumidor de carne no es problema, al menos durante la juventud. Dicho esto, todos nos beneficiaríamos de estudiar medicina nutricional para tener una salud intelectual, física y emocional óptima.

    ¿Mi opinión?
    Se necesitan estudios científicos imparciales y no antropocéntricos que se enfoquen en el bienestar de humanos y no humanos por igual:
    ¿Creen los veganos que convencerán al mundo entero de adoptar el veganismo?

  • ¿Por qué David Pearce es vegano y utilitarista negativo si la agricultura industrial diezma a poblaciones enteras de insectos y, por lo tanto, causa sufrimiento a un mayor número de insectos que los animales de granja?
    "Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto".
    (Franz Kafka, La metamorfosis (1915))
    ¿Cuáles deben ser los límites de nuestro círculo de compasión? La ética religiosa más radical hoy en día es probablemente el jainismo. Los jainistas creen en la santidad de toda la vida. Sus creyentes más férreos barren el piso por delante al caminar para evitar pisar sin querer a los insectos. Yo soy un peatón descuidado y racionalista científico secular. Pero al mismo tiempo defiendo lo que llamo "jainismo de alta tecnología". Gracias a la biotecnología, en particular a los impulsos génicos sintéticos futuristas, es más fácil ayudar a las formas de vida humilde, mientras se reproduzcan sexualmente, que a los vertebrados de reproducción lenta. En la práctica, es probable que nuestro círculo de compasión se expanda para incluir a vertebrados pequeños solo después de que los intereses del filo al que pertenecemos esté cubierto. ¿Por qué hacernos veganos o, al menos, invitrotarianos?

    Al clausurar las granjas industriales y mataderos habremos terminado con la peor fuente de sufrimiento fácilmente evitable del mundo. Por supuesto que la revolución de la carne cultivada que se avecina no acabará con todas las maneras en que los humanos dañamos a otros animales, incluyendo cómo la agricultura industrial lastima a poblaciones de insectos y altera las vidas de pequeños vertebrados. Pero los impulsos génicos sintéticos basados en CRISPR pueden eliminar las enfermedades transmitidas por vectores y minimizar el sufrimiento de no humanos que vivan en libertad, incluidos pequeños roedores, insectos e invertebrados marinos. La ambición de erradicar todo tipo de amenaza para la vida o experiencias "hedónicas bajo cero" nos pone en el ámbito de la tecnología utópica. ¿Qué nos justifica para enfocarnos hoy en el bienestar de humanos y grandes vertebrados en vez de, digamos, insectos? Después de todo, hay muchísimos más insectos en la Tierra que peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos juntos.

    No está del todo claro que debamos priorizar a los vertebrados. Comparar la sintiencia con un dial que se ajusta gradualmente es impreciso. No hay duda de que la consciencia tiene grados. Pero no tenemos evidencia de que los humanos inteligentes vivan experiencias más intensas que los menos inteligentes, ni que adultos vivan la vida de forma más intensa que los niños. Esta misma generalización es más o menos cierta para distintas especies y taxones. Por ejemplo, los calderones comunes tienen sistemas nerviosos más grandes que los humanos, por lo que podrían poseer consciencias más intensas, aunque las mentes de los cetáceos probablemente no tienen la versatilidad cognitiva de los humanos maduros. De todas formas, la metáfora del dial tiene su utilidad. Solo debemos evitar confundir sintiencia con sapiencia. Los calderones tienen sistemas límbicos y neocortezas de mayor tamaño y, por ende, probablemente sufren más que cerdos y humanos, quienes, a su vez, probablemente sufren más que anfibios. Y estos últimos, probablemente sufren más que los insectos (véase Is an ant conscious? [¿Son conscientes las hormigas?]). Balancear estos factores en el ámbito moral es complicado. Sin embargo, basándonos en suposiciones éticas bastante modestas, deberíamos privilegiar los intereses de quienes son más sintientes por sobre los menos sintientes cuando exista un conflicto de intereses severo e irreconciliable entre ambos grupos. Esta regla informal aplica para víctimas de cualquier edad, raza o especie. Las comparaciones son siempre ingratas, pero es más fácil justificar el prejuicio que privilegia a los vertebrados que el que discrimina por especies.

    Además, incluso si los vertebrados no sufrieran más que los invertebrados, al menos con la excepción de los cefalópodos, la transición al veganismo mundial o al invitrotarianismo seguiría siendo éticamente justificable desde una perspectiva utilitarista. Pues alimentar humanos con granos y soya (en vez de dárselos a animales no humanos cautivos que serán después asesinados) es más eficiente energéticamente y mucho menos cruel que las granjas industriales. Podríamos destinar menos suelo a la producción de cultivos. Más aún, los ecosistemas "naturales" que no han sido reconstruidos genéticamente tienen casi tanto sufrimiento como la industria agropecuaria moderna.

    Lo que realmente se necesita es un esfuerzo coordinado para crear una biósfera libre de crueldad. Idealmente, la anticuada biología de conservación debe ser remplazada por una biología compasiva. La vida posdarwiniana será civilizada y, posiblemente, sublime.

  • Según el antinatalismo, ¿no deberíamos forzar la extinción completa del reino animal?
    "La cantidad total de sufrimiento que existe en el mundo natural cada año excede todo cálculo imaginable. En el tiempo que me toma escribir esta oración, miles de animales son comidos vivos, otros huyen por sus vidas gritando de miedo, otros son devorados lentamente desde el interior por parásitos, miles de animales de todo tipo mueren de inanición, sed y enfermedad. Por necesidad, es así. De haber abundancia en algún momento, este mismo hecho automáticamente llevará a un aumento de la población hasta que la hambruna y miseria vuelvan a su estado natural".
    (Richard Dawkins, El río del Edén: una perspectiva darwiniana sobre la vida (1995))
    ¿"Por necesidad, es así?" Richard Dawkins se equivoca. Los ecosistemas darwinianos llenos de dolor pueden conservarse, reformarse o eliminarse.

    El movimiento antinatalista moderno adopta muchas formas (véase I wish I'd never been born: the rise of the anti-natalists [Desearía nunca haber nacido: el surgimiento de los antinatalistas]). Algunos antinatalistas radicales son misántropos, ven a los humanos como una plaga y piensan que la Madre Tierra estaría mejor sin nosotros. Pero a otros antinatalistas los motiva un profundo sentido de la compasión por el sufrimiento, no solo de los humanos, sino de todos los seres sintientes. Así como, personalmente, no tenemos derecho de traer más sufrimiento involuntario al mundo teniendo hijos, también tenemos una obligación de ayudar a los animales no humanos pues carecen de las capacidades cognitivas para practicar la anticoncepción. Si los bebés humanos pudieran quedar embarazados, sus cuidadores tendrían la responsabilidad de prevenir esta tragedia. Muchos no humanos son parecidos intelectualmente a bebés humanos. La mayoría de sus crías tienen destinos horribles, ya sea por la hambruna o la muerte a manos de depredadores. El poder lleva consigo responsabilidad. Si no impedimos que estos horrores sigan sucediendo, seremos cómplices de su existencia.

    ¿Mi opinión?
    La vida en la Tierra es de una maldad inimaginable.
    Pero tanto antinatalistas como quienes profesan una ética enfocada en el sufrimiento deberían reflexionar sobre dos cosas.
    Primero, la viabilidad técnica de las políticas que proponen y, segundo, su credibilidad social en la actualidad, más avanzado el siglo o incluso más en el futuro.

    En realidad, esterilizar la biósfera es viable con la tecnología actual, pero la vida darwiniana no se va a suicidar. Por el contrario, una revolución de la biofelicidad efectuada por medio de la genética es técnicamente posible, no solo para los humanos, sino para el resto del reino animal también. Y, a diferencia del antinatalismo, la felicidad universal es una idea potencialmente vendible. En principio, los bioéticos pueden esbozar cómo podría propagarse una revolución de la biofelicidad al resto del mundo vivo. El veganismo mundial puede convertirse en la norma, incluso para los carnívoros estrictos de la actualidad. La edición genómica, los impulsos génicos sintéticos, la regulación de la fertilidad para todas las especies y la inteligencia artificial constituyen puntos de inflexión. Como observó Otto von Bismarck (no exactamente un ejemplo emblemático de biología compasiva): "la política es el arte de lo posible, lo alcanzable; el arte de lo segundo mejor". No tengo la mínima idea (ni tampoco la tienen los antinatalistas "extremos") de cómo convencer a la mayoría de los humanos de que dejen de reproducirse, menos aún cómo generar un consenso sobre la extinción planetaria que acabe para siempre con el experimento de la vida. En cambio, los futuristas ya pueden trazar vagos planos para un mundo sin sufrimiento. Cuando los agentes inteligentes obtengan el dominio de su código fuente, la naturaleza de la presión de selección cambiará. Una revolución de la biofelicidad es creíble socialmente. El principio del placer en conjunto con la programabilidad de la biósfera moderna llevarán a una transición evolutiva gigantesca para el desarrollo de la vida en la Tierra. La vida posdarwiniana estará por completo motivada por gradientes de felicidad inteligente.

    Los espasmos que tendrá la moribunda vida darwiniana serán sórdidos (las revoluciones siempre son desagradables), pero la vida posdarwiniana será maravillosa.

  • ¿Cuál piensa David Pearce que es la mejor estrategia para reducir el sufrimiento animal? ¿Deberíamos enfocarnos más en la política? ¿En el sufrimiento animal en la naturaleza?
    "Acabas de cenar y sin importar qué tan meticulosamente se hayan escondido los mataderos a una agradable distancia de varios kilómetros, sigues siendo cómplice".
    (Ralph Waldo Emerson)
    En mi opinión, deberíamos enfocarnos en hacer lobby político para prohibir los mataderos. Sin ellos, todo el aparataje del abuso animal industrializado colapsará. Al principio, cuando leí que según una encuesta realizada por el Sentience Institute 47% de estadounidenses apoya cerrar los mataderos (véase Survey of US Attitudes Towards Animal Farming and Animal-Free Food [Encuesta sobre las actitudes frente a la ganadería y alimentos libres de animales en Estados Unidos]), fui escéptico, si no incrédulo. ¿Podría ser realmente tan grotesca la insensibilidad humana a su propia disonancia cognitiva? Pero los resultados de la encuesta han sido replicados de manera independiente (véase Oklahoma State University’s Food Demand Survey (2018) [Encuesta de la Oklahoma State University sobre preferencias alimenticias (2018)]). Quedé perplejo. Obviamente, estos resultados deben ser replicados en otros países e indudablemente habrá mucha variación entre ellos. Pero usando campañas inteligentes, debería ser posible cruzar el seductor umbral que nos separa del apoyo mayoritario a la legislación.

    Inevitablemente, cualquier intento serio de proscribir la industria de la explotación animal será recibido con una respuesta hostil por parte de sus adherentes. La organización de derechos animales detrás de la iniciativa llamada Marcha para cerrar los mataderos, L214, ya fue tildada de "fascista" por representantes de la industria cárnica francesa; una interpretación bastante particular de los métodos y principios del nacionalsocialismo. Pero es difícil imaginar que se organicen marchas con el eslogan "¡salven nuestros mataderos!" y ni el más talentoso de los publicistas podría pintarlos como lugares de compasión y no de matanza. Es verdad que no todos quienes matan animales padecen de sociopatía o psicopatía clínica (véase Abattoirs breed violence, study shows [Según estudio, los mataderos engendran violencia]). Las leyes mordaza del sector agropecuario revelan la importancia comercial que tiene mantener a los consumidores en la ignorancia sobre los macabros detalles de la matanza de animales. La industria de la carne hace mucho esfuerzo para asegurarse de que la matanza esté oculta de los consumidores, para que estén en paz pensando que comen el equivalente moral de un animal atropellado. Pues la mayoría no se considera asesinos o cómplices de la matanza. Después de todo, somos personas morales que aman a los animales. ¿Qué tipo de persona lastimaría a un animal solo para satisfacer sus perversos apetitos? Por eso los países civilizados han pasado leyes de crueldad animal.

    Entonces, ¿por qué no nos enfocamos principalmente en convencer a los consumidores de hacerse veganos? Bueno, por supuesto que urjo a todos a que dejen la carne y los productos animales. Las campañas también pueden resaltar los riesgos mundiales catastróficos de las pandemias zoonóticas como la COVID-19, las mayores expectativas de vida y cinturas más estrechas de vegetarianos y veganos, el desastroso impacto que tiene el sector agropecuario en los ecosistemas y el clima y, en particular, la abundancia de sustitutos de la carne que son sabrosos, económicos y nutritivos. El estilo de vida vegano libre de crueldad no nos exige sacrificarnos como héroes. Pero convencer a los consumidores de carne de que la actividad que han hecho toda su vida es inmoral es difícil. Las personas que comen carne pueden llegar a conceder que los cerdos son tan sintientes como un niño pequeño, si uno insiste lo suficiente. ¿Pero cómo reaccionarías si alguien sugiriera que eres culpable de una acción que equivale a abuso o genocidio infantil? Es común que las personas reaccionen de forma negativa a los veganos. "No trates de hacerme sentir culpable". Por el contrario, apoyar el cierre de mataderos representa la promesa de ponerle fin a las atrocidades cometidas por otros. Nuestras propias manos permanecen limpias.

    ¿Pero qué pasaría si los movimientos políticos organizados por el cierre de los mataderos fallaran? Las revoluciones morales sí ocurren, pero siempre he creído que el apoyo masivo a la prohibición del abuso animal organizado solo se materializará una vez que la revolución de la carne cultivada alcance su madurez; no ha cambiado mi pesimismo sobre la hipocresía y capacidad de autoengañarse de los humanos. Pero la promoción del desarrollo y comercialización de productos cárnicos cultivados combina bien con el lobby a favor de legislaciones para cerrar los mataderos. Quizás para el año 2030, digamos, será políticamente viable pasar leyes que prohíban los mataderos. El paso de tal legislación serviría como un incentivo creciente para la comercialización de productos cárnicos cultivados del mismo modo que primero se prohibió el comercio de esclavos a través del Atlántico y solo después la esclavitud misma. Quisiera gritar que deberíamos prohibir los mataderos ahora mismo, no más avanzado el siglo, pero los activistas por los animales debemos pensar con frialdad en lo que es políticamente alcanzable.

    ¿Y qué pasa con darle prioridad al sufrimiento de animales silvestres? (véase Suffering- Focused Ethics (2020) [Ética enfocada en el sufrimiento (2020)], por Magnus Vinding). Después de todo, la cantidad total de violencia, muerte y sufrimiento en la naturaleza eclipsa la de los animales no humanos que sufren en las granjas industriales. Aunque para echar por tierra las apologías a la ganadería, vale la pena notar que los no humanos cuando viven en libertad casi nunca se automutilan, a diferencia de las víctimas de la ganadería industrial. Las autolesiones son uno de los indicios "objetivos" más confiables de que tanto humanos como no humanos sufren una intensa angustia.

    Bien, yo argumentaría que incluso si uno reconoce que el sufrimiento en la naturaleza es una tragedia mayor, el lobby político para prohibir los mataderos (y, de forma indirecta, para terminar con las granjas industriales y la ganadería misma) debería seguir siendo nuestra prioridad inmediata. Mientras los humanos sigamos lastimando a seres sintientes de manera sistemática dentro de granjas y mataderos, es fantasioso imaginar que podamos comenzar la ayuda sistemática a sus homólogos que viven libres. La inmunidad humana a la disonancia cognitiva es sorprendente, pero no ilimitada. Si sirve de algo, he escrito mucho sobre la difícil situación en la que se encuentran los animales en la naturaleza y he ideado planes para una administración compasiva de esta. Pero el futuro a largo plazo de una biósfera reformada sigue siendo una teoría, más que política práctica. Por el contrario, el fin del abuso animal organizado debería ser viable durante nuestra vida.

    Los defensores de la administración compasiva de la naturaleza deben enfrentar el desafío de que, a diferencia del abuso animal industrializado, el sufrimiento de los animales silvestres es indiscutiblemente "natural". Veganizar el mundo viviente es "antinatural", como también lo es reprogramar la "biósfera". Obviamente las campañas pueden enfatizar la falacia de "apelación a la naturaleza". Pero la mayoría de las personas no piensa como los filósofos. El sesgo de statu quo está muy arraigado. Sospecho que el apoyo a la administración compasiva será viable a largo plazo siempre y cuando la aquiescencia no implique inconveniencia personal, como un aumento en los impuestos. Las personas son bastantes escrupulosas cuando se ven enfrentadas a la crueldad de la naturaleza (lo que ocurre muy ocasionalmente). Pero ganar apoyo para reformar por completo los ecosistemas darwinianos será un desafío ético-ideológico y técnico descomunal. Por el contrario, desmantelar mataderos será técnicamente simple. Recordemos que para poder civilizar la naturaleza, serán necesarias intervenciones como la ingeniería genética integral y la regulación de la fertilidad en todas las especies (a través de la inmunocontracepción, impulsos génicos ajustables y otros). Tendremos que resolver asuntos polémicos como el futuro de los carnívoros estrictos que existen hoy.

    El apoyo ideológico a este tipo de proyectos incluye solo a algunos veganos radicales, antinatalistas, altruistas eficaces y transhumanistas.
    Por el contrario, son pocos los entusiastas de los mataderos.

  • ¿Por qué los veganos se enojan cuando los humanos matan animales, pero no cuando los animales matan a otros animales?

    Es un hecho que existe un sufrimiento terrible en el mundo. ¿Le da esto a los humanos el derecho a añadir más? También es normal en la naturaleza la coerción sexual. ¿Qué deberíamos decirle a los violadores si justificaran su conducta apelando a que es "natural"? (véase Apelación a la naturaleza - Wikipedia)

    La mayoría de quienes proponen que el mundo adopte el veganismo efectivamente solo se refieren a los humanos, pues no somos carnívoros estrictos. Las granjas industriales y mataderos son quizás la mayor fuente de sufrimiento severo y evitable que existe hoy en el mundo. Sin embargo, una minoría de veganos prevé un futuro donde ningún ser sintiente lastime, hiera o mate a otros (véase Reprogramming Predators [La reprogramación de los depredadores]). Pero los obstáculos ecológicos de este tipo de escenario implican que veganizar al mundo viviente no puede ser un mero plan de cinco años. La reprogramación de la biósfera no es un desafío computacional que se pueda tomar a la ligera (véase Diseñando genéticamente una biósfera feliz). En el entretanto, es importante enfatizar lo que debería ser obvio. Antes de que los humanos empiecen a ayudar sistemáticamente a los seres sintientes, nuestra prioridad debería ser dejar de lastimarlos sistemáticamente.

  • ¿Es realmente importante la filosofía?

    Eso dependerá de la concepción de la realidad que uno tenga. Si existen cosas importantes, entonces sí. Intenta pensar en cosas importantes que no descansen sobre presuposiciones filosóficas o supuestos previos. Si sueles decepcionarte al leer el trabajo de los filósofos profesionales, te entiendo. Franquear las revistas académicas puede ser agotador. El error es olvidar el principio de mediocridad. No es posible salirnos de nuestro propio esquema conceptual (o de nuestro propio cráneo trascendental) para verificar si nuestra mente está registrando correctamente el universo. Por el contrario, uno compara la concepción que uno tiene del mundo con (la concepción que uno tiene de) el mundo, considera que se condicen con increíble fidelidad y pierde las esperanzas al ver las estupideces filosóficas de los demás...
    Why do some people think philosophy is pointless? [¿Por qué piensan algunas personas que la filosofía es inútil?]

  • Por mucho tiempo he seguido con entusiasmo sus escritos sobre el imperativo hedonista, pero hace poco descubrí los estados meditativos conocidos como "jhana". ¿Está al tanto de estos estados de felicidad? ¿Por qué tan poca gente conoce los jhana?

    Mi conocimiento sobre los estados de meditación jhana es superficial y obtenido de segunda mano. He oído buenos comentarios anecdóticos (véase Jhana: The Spice Your Meditation Has Been Missing [Jhana: el condimento que le hace falta a tu meditación]), pero eso es todo. ¿Por qué no instar a todo el mundo a meditar, seguir una nutrición óptima y hacer ejercicio aeróbico regularmente, además de dormir con disciplina?

    Básicamente, porque la meditación no es una panacea. Algunos practicantes sienten felicidad (véase Are ‘Bliss Bunnies’ Jhana Addicts? [¿Son adictos a los jhana quienes derivan éxtasis de las prácticas espirituales?]), otros obtienen resultados mixtos y una minoría de depresivos melancólicos se siente peor. Por supuesto, los adeptos de prácticas psicoterapéuticas que derivan resultados positivos de ellas siempre pueden decir que los "fracasos" se deben a no realizarlas bien. Esta respuesta me recuerda a los médicos hablando sobre las personas depresivas con "resistencia al tratamiento" pues "no muestran respuesta" a las terapias farmacológicas aprobadas. Lamentablemente, no existe evidencia de que la meditación, incluido el acceso a los estados meditativos de jhana, pueda recalibrar de manera fiable los puntos de ajuste de nuestra caminadora hedónica. Budistas, creyentes religiosos y racionalistas seculares pueden ser depresivos o hipertímicos. Es una lotería genética. Más generalmente, la gran mayoría de seres sintientes en el mundo no pueden beneficiarse de la meditación. Solo la biotecnología, no la meditación o seguir el Noble Óctuple Sendero, puede eliminar por completo el sufrimiento del árbol de la vida.

    En resumen, cualquiera que sufra de estrés o ansiedad debería considerar la meditación. Si hallas que la meditación te ayuda, ¡fantástico! Sigue haciéndolo. Pero en conjunto, si somos serios sobre la abolición del sufrimiento, debemos enfrentar el problema en su raíz genética.

  • Si fuéramos siempre felices, ¿sabríamos lo que es la felicidad?

    Si fuéramos siempre miserables, ¿sabríamos lo que es la miseria?

    Las personas que pasan la mayor parte de su vida por encima o por debajo del "cero hedónico" no tienen problemas entendiendo la naturaleza de la felicidad o la miseria. Por el contrario, les cuesta conceptualizar el síndrome opuesto, es decir, pasar una vida entera en el reino del placer o en el del dolor. Por eso, a las personas con depresión crónica puede serles difícil imaginar la felicidad o, en casos severos, incluso lo que significa la palabra "felicidad". Para las víctimas de la depresión crónica, la "felicidad" solo es el fin del sufrimiento. No le diríamos a quienes han sufrido depresión de por vida que realmente no están sufriendo porque no han vivido episodios de felicidad con los cuales comparar su desdichado estado.

    El lado bueno es que el ánimo bajo podría pronto desaparecer de la biósfera. La revolución de la edición genómica con CRISPR vuelve técnicamente viable lo que de otra forma sería una fantasía: la creación de una civilización "hipertímica" que sea motivada por completo por gradientes de felicidad inteligente. Nuestros sucesores transhumanos, descendientes mejorados genéticamente, hallarán que la vida es autointimativamente maravillosa: sabrán que son superfelices, es decir, felices a niveles mayores que la experiencia humana. ¿Tendrán los poshumanos consciencia de la naturaleza de las experiencias bajo el "cero hedónico"? Soy escéptico. Es mejor que olvidemos la vida darwiniana para siempre.

  • ¿Qué harías si alguien intentara rescatar a la presa de un depredador?

    Aplaudir y ayudar. ¿Deberíamos darle prioridad a los intereses de los depredadores, humanos o no humanos, o a los de sus víctimas? ¿Queremos promover un mundo donde los seres sintientes se lastimen unos a otros o lo contrario?

    Hasta hace poco, el problema de los depredadores era un asunto académico. Pero la revolución de la edición genómica con CRISPR y la promesa de impulsos génicos sintéticos implican que dentro de poco toda la biósfera será programable.

    Siendo así, ¿cuál es el nivel óptimo de sufrimiento en el mundo vivo? ¿Deberíamos apuntar a una biología de conservación o de compasión? Imagina que nos topamos con una civilización avanzada que ha remplazado la hambruna, enfermedad y depredación como métodos de control de la población por inmunocontracepción para toda especie. ¿Deberíamos urgir a esta civilización pacífica a restaurar los horrores ancestrales de la muerte por asfixia, destripamiento o ser comido vivo? ¿O deberíamos permitir que todo ser sintiente prospere sin interrupciones?

  • ¿Puede ser la selección natural un esfuerzo consciente?
    "Homo sapiens, la primera especie verdaderamente libre, está a punto de desmantelar la selección natural... Pronto tendremos que buscar dentro de nosotros y decidir en qué queremos convertirnos".
    (Edward O. Wilson)
    No tradicionalmente. Por fortuna, la naturaleza de la presión de selección está a punto de cambiar. La selección natural no puede prever lo que ocurrirá: es "ciega". La selección natural tradicional se basa en efecto en mutaciones aleatorias y en la azarosa reproducción sexual. Pero los agentes inteligentes pronto preseleccionarán y diseñarán los genotipos de sus hijos de acuerdo a los probables efectos conductuales y psicológicos esperados. Esto revolucionará la presión de selección. Los bebés de diseño del futuro serán generalmente más amables, inteligentes, saludables y felices, en comparación con los productos de la lotería genética de hoy. Después de todo, si no eres antinatalista, ¿qué tipo de rasgos te gustaría ver en tus futuros hijos? La sensibilidad al dolor y los puntos de ajuste hedónicos pronto serán parámetros ajustables. Gradualmente, iremos eliminando del genoma humano alelos y combinaciones alélicas que codifican rasgos desagradables, pero que en el pasado otorgaron eficacia biológica. Más avanzado este siglo, la biósfera entera será programable gracias a la genética dirigida (véase Diseñando genéticamente una biósfera feliz). La genética dirigida con CRISPR elude las "leyes" de la herencia mendeliana.

    ¿Qué podría salir mal?
    Mucho: Is eugenics moral? [¿Es moral la eugenesia?]
    Pero pronto el sufrimiento será técnicamente optativo. En mi opinión, la biósfera será más ética sin él.

  • ¿Dónde percibimos el mundo externo si el cerebro mismo es "el mundo externo"? ¿Dónde está nuestra consciencia?

    El filósofo Bertrand Russell solía decir que solo percibimos el interior de nuestras propias cabezas. Por desgracia, es cierto. Las personas que conocemos son zombis. Sin embargo, hay una diferencia entre los zombis que conocemos al soñar y los que conocemos cuando estamos despiertos. El comportamiento de los zombis que conocemos durante la vigilia tiende a rastrear a otros seres sintientes (y a covariar causalmente con ellos), cuyas mentes contenidas dentro de cráneos sustentan sus propias simulaciones del mundo plagadas, a su vez, de zombis.

    ¿Cómo, entonces, un montón de presuntas neuronas clásicas, supuestamente lentas e ineficientes, consigue realizar esta sorprendente hazaña de la computación: simular un mundo macroscópico unificado fenoménicamente en casi tiempo real? Incluso si las neuronas individuales tuvieran microexperiencias rudimentarias, ¿por qué no somos entonces zombis con microexperiencias?

    Aquí entramos a territorio controvertido: What is a Quantum Mind? [¿Qué es la mente cuántica?]. Típicamente, se considera que la decoherencia provocada por la temperatura es demasiado intensa como para permitir que la unión fenoménica se explique de formas no clásicas. Y los desafíos se multiplican.

    Si uno está atrapado de manera imperceptible dentro de su propio cráneo trascendental (cuya existencia uno infiere teóricamente), ¿cómo es posible pensar y hablar sobre otros? ¿Cómo podría nuestro tocayo juvenil haber aprendido un lenguaje público (véase El argumento del lenguaje privado de Wittgenstein) si estamos confinados dentro de un teatro cartesiano? Para una respuesta naturalista, podría verse symbol grounding problem [el problema de significación de los símbolos].

  • ¿Cómo sería el mundo si todos los animales fueran veganos?
    "La vida depreda a la vida. Este es el hecho más fundamental de la biología".
    (Martin Henry Fischer, fisiólogo)
    Date un momento para imaginar lo que se siente ser comido vivo, destripado o asfixiado. Las palabras no alcanzan para describir el horror. ¿Deberíamos acaso los agentes morales inteligentes intentar conservar estos ecosistemas darwinianos donde los depredadores cazan a los enfermos, jóvenes y vulnerables? ¿O deberíamos civilizar la biósfera y crear la vida posdarwiniana?

    Los biólogos conservacionistas de la vieja escuela (e incluso algunos veganos) dirán que "no existe alternativa". A primera vista, parece que es imposible veganizar la biósfera. Los carnívoros estrictos morirían de hambre, las poblaciones de herbívoros se dispararían y el sobrepastoreo a gran escala llevaría a un colapso ecológico. Entonces, pensando de forma simple, cualquier intento de veganizar la naturaleza solo aumentaría el sufrimiento. La hambruna, la violencia y el terror son tan inevitables bajo el régimen de la selección natural como la segunda ley de la termodinámica. "Por necesidad, es así", dice Richard Dawkins. Pero no es necesario que lo sea. Ya existen planes toscos para veganizar la biósfera. Es inminente una revolución en las tecnologías de inteligencia artificial, nanorobótica, edición genómica, genética dirigida y regulación de la fertilidad para todas las especies. A medida que se acelere la revolución biotecnológica, los primitivos bosquejos para una biósfera libre de crueldad que tenemos hoy en día ganarán mayor profundidad, rigor matemático y sofisticación ecológica. A esto le seguirán estudios piloto en biósferas artificiales aisladas.

    Los bioconservadores y esencialistas de la especie están horrorizados. La reprogramación del mundo viviente sería "antinatural" y, por ende, la consideran fundamentalmente errónea. Los puristas afirman que un león o un lobo que han sido modificados genéticamente para acostarse junto a un cordero que también ha sido modificado genéticamente no son leones o lobos “de verdad”. Ni tampoco lo es el cordero. Pero, a modo de analogía, pensemos en la difícil situación de los depredadores humanos. ¿Arriesgarían perder una parte importante de su identidad los caníbales, violadores en serie y abusadores infantiles si dejaran de lastimar a sus víctimas? ¿Dejan de ser completamente humanos los consumidores de carne cuando deciden ser veganos?

    Quizás sí, al menos metafóricamente. Homo homini lupus. Los lobos a menudo se comen vivas a sus presas más grandes. El registro histórico de la humanidad sugiere que nuestro comportamiento hacia nuestros compañeros de especie no es mucho más amable. ¿Pero qué tan trágica es la pérdida de identidad? Idealmente, todos podemos convertirnos en algo mejor. Desde el punto de vista ético, Robinson Crusoe puede hacer lo que le plazca. El resto no tenemos un derecho divino de lastimar a otros. Todos los seres sintientes merecen la oportunidad de prosperar sin ser vulnerados físicamente.

    Los críticos permanecen indiferentes ante las súplicas de administrar compasivamente la naturaleza. Piensan que, de seguro, interferir con ecosistemas enteros es en extremo imprudente, incluso después de realizar estudios piloto en biósferas aisladas y exhaustivos análisis de riesgo-beneficio. Pero esta discusión es irrelevante, porque la especie humana ya está llevando a cabo un experimento ecológico gigantesco y descontrolado. La degradación de hábitats se está acelerando a nivel mundial. Por ello, lo que está en duda no es si interferimos o no en la naturaleza, sino los principios que deberían regir nuestras intervenciones. Los animales no humanos en libertad, y en los llamados "parques de vida silvestre", sufren abandonos y abusos terribles. Nuestros primos sufren y mueren sin ningún propósito superior. Las miles de millones de víctimas de la selección natural son tan sintientes como los niños pequeños y merecen ser cuidados de forma correspondiente.

    Sin embargo, nuestro desafío moral más urgente como especie es más simple técnicamente que la reprogramación del árbol de la vida. La peor infamia de la civilización humana son las granjas industriales y los mataderos. Clausuremos esas fábricas de muerte.

  • ¿Se está intentando aumentar la longevidad de otras especies aparte de los humanos?

    La effects of deprenyl on longevity and antioxidant defenses in different animal models [Evaluación de los efectos del deprenil sobre la longevidad y defensas antioxidantes en diferentes modelos animales]
    Oxidative Stress, Aging and CNS disease in the Canine Model of Human Brain Aging [Estrés oxidativo, envejecimiento y enfermedad del SNC en el modelo canino de envejecimiento cerebral humano]
    Dog Aging Project se dedica a derrotar el envejecimiento en perros domésticos. Según informa Nature, el agente antienvejecimiento más prometedor que actualmente se está estudiando es la rapamicina.
    Presumiblemente, las tecnologías extremas de extensión de la vida serán usadas por los ultrarricos en el futuro para extender tanto la vida de ellos mismos como de sus compañeros animales antes de estar disponibles para los pobres del mundo. Pero transhumanos, humanos y no humanos deberían en algún momento beneficiarse por igual de la eliminación del envejecimiento.

    Mientras tanto, la mejor forma de aumentar la esperanza de vida sería prohibir las granjas industriales y los mataderos.

  • ¿Por qué los activistas por los derechos de los animales no se preocupan más por el sufrimiento en la naturaleza?

    Algunos sí lo hacen, por ejemplo
    Reducing Wild Animal Suffering [La reducción del sufrimiento animal en la naturaleza]
    y
    Helping Wild Animals [La ayuda a los animales silvestres]
    ("Los animales silvestres sufren enfermedades, lesiones y hambruna. Deberíamos ayudarlos")
    Pero hasta hace poco, el costo, la complejidad computacional y los obstáculos técnicos podían parecer desmoralizadores.
    Todo eso cambia con los "impulsos génicos" basados en CRISPR.
    (véase 'Gene drive' mosquitoes engineered to fight malaria [Mosquitos diseñados para combatir la malaria usando "genética dirigida"])

    En principio, la genética dirigida puede usarse para "reparar" económica, rápida y fácilmente, el nivel normal de sufrimiento que experimentan los miembros de las especies en libertad. Para dar un ejemplo concreto, las vidas de incontables seres sintientes son aquejadas por el dolor físico y el gen SCN9A que se encarga de modular el dolor tiene docenas de alelos distintos. Mutaciones poco frecuentes, maladaptativas y sin sentido a veces eliminan la capacidad de sentir dolor. Pero otros alelos de SCN9A pueden conferir una sensibilidad al dolor inusualmente alta o baja. Recordemos que hoy una minoría muy pequeña de personas de alto funcionamiento poseen una tolerancia al dolor increíblemente alta. Esta bajísima sensibilidad al dolor no es igual que sufrir de analgesia congénita, lo que puede ser peligroso. Para estos afortunados, el dolor no es más que una útil señal que recibe el cuerpo en situaciones donde los humanos y no humanos "normales" gritarían de la agonía.

    En principio, ya no existen obstáculos para que los agentes morales inteligentes "reparen" la angustia física subjetiva (su nivel de activación condicional) que sufren los miembros de las especies en libertad al escoger y propagar alelos benignos del gen SCN9A o sus homólogos, por medio de la genética dirigida. En otras palabras, podemos ser ingenieros no de una biósfera utópica "sin dolor" (véase The Abolitionist Project [El proyecto abolicionista]), sino de una biósfera con "bajo dolor". (véase "Gene Drives" And CRISPR Could Revolutionize Ecosystem Management [La "genética dirigida" y las CRISPR podrían revolucionar la administración de los ecosistemas]) Obviamente existen muchos obstáculos, pero nadie está proponiendo que los filósofos administren los ecosistemas.

    Hasta que llegue la revolución de la edición genómica con CRISPR, ayudar a más que unos pocos vertebrados longevos y grandes como los elefantes (véase A Welfare State for Elephants [Un estado de bienestar para elefantes]) era impensable en nuestra época. Ayudar a pequeños roedores, invertebrados marinos o insectos (véase The Importance of Insect Suffering [La importancia del sufrimiento de los insectos]) podría a lo sumo ser una tarea para nuestros nietos y para una nanotecnología más madura. O más convincentemente, para la superinteligencia poshumana. La "genética dirigida" acelera por completo este cronograma intuitivo; al menos, en teoría. Pues, de hecho, es más fácil y rápido ayudar a especies que utilizan la rápida estrategia de reproducción r que a las que usan la estrategia K (véase Debunking the Idyllic view of Natural Processes [Desmintiendo la visión idílica de los procesos naturales]) Estos ejemplos podrían multiplicarse. En el caso de los humanos, existe el asunto problemático del consentimiento. Pero es difícil hablar del "derecho" de un ratón a sufrir. Incluso si le ofreciéramos a todas las personas que piensan en ser padres cribados genéticos preimplantacionales de rutina para que pudieran elegir el nivel de sensibilidad al dolor y los puntos de ajuste hedónicos, entre otros rasgos, de sus posibles hijos, millones de personas más tradicionalistas seguirían prefiriendo jugar a la ruleta genética y tener hijos de forma "natural". Por lo mismo, nos esperan todavía cientos de años de sufrimiento humano innecesario. Pero a menos que profesemos fe en la sabiduría de la naturaleza, la opción de tener vidas con "bajo nivel de dolor" en el linaje de los vertebrados y más allá pronto será una política técnicamente viable. Quizás no será un estado de bienestar completamente compasivo e inclusivo para todas las especies, menos aún un mundo perfecto, pero al menos será un conservadurismo radical.

    ¿Y qué le decimos a los creyentes religiosos? Como siempre, depende de nuestra audiencia. Pero si Dios hubiese querido que sus creaciones sufrieran, nos nos hubiera dado las CRISPR. (véase Genetically Engineering Almost Anything - Powerful Genetic Engineering Technique Could Modify Entire Wild Population [Diseñar casi todo genéticamente - poderosa técnica de ingeniería genética podría modificar poblaciones silvestres enteras])

  • ¿Deberíamos los humanos exterminar a todos los animales carnívoros para que las siguientes generaciones de herbívoros puedan vivir en paz?

    Los seres sintientes no deberían lastimarse, herirse ni matarse unos a otros. Este no es un argumento a favor del genocidio de caníbales o carnívoros, sino de una reforma alimenticia. Los humanos tenemos tendencia al sesgo de statu quo. Entonces, hagamos un experimento filosófico para revertirlo. Imaginemos que nos topamos con una civilización avanzada que ha abolido la depredación, la enfermedad, la hambruna y todos los horrores de la vida darwiniana. Los descendientes de las formas de vida arcaicas prosperan sin intervenciones en sus parques naturales, viviendo libres, pero no "silvestres". ¿Deberíamos urgirlos a abandonar su régimen de administración compasiva del mundo vivo y regresarlo a la asfixia, destripamiento y posibilidad de ser comido vivo? ¿O es mejor dejar intacta una biósfera feliz? De vuelta aquí en la Tierra, el crecimiento exponencial del poder computacional implica que pronto cada metro cúbico del planeta será accesible para ser vigilado y microgestionado. En consecuencia, dependerá de nosotros decidir qué formas de vida y estados de la consciencia existirán en los parques del mañana. Con la producción masiva de la carne in vitro, la revolución en la biotecnología por medio de las CRISPR y la regulación de la fertilidad a través de la inmunocontracepción en todas las especies, no habrá necesidad de recrear los horrores de la vida darwiniana tradicional. Sobre la base de conjeturas bastante simples, la regulación de la fertilidad es preferible, desde un punto de vista ético, a los métodos maltusianos para controlar la población tanto en humanos como en no humanos.

    Los críticos podrán decir que un león que ha sido modificado genéticamente para ser vegetariano no es un león "de verdad". Pero esto es como decir que los humanos que no son caucásicos y que carecen del 1% al 3% de ADN neandertal típico de los caucásicos no son "realmente" humanos. O viceversa. En resumen, cuidado con sostener un esencialismo ingenuo sobre las especies.

    Por ahora, este debate es fantasioso. Antes de que los humanos puedan ayudar sistemáticamente a otros seres sintientes, debemos dejar de lastimarlos sistemáticamente. Por fortuna, la revolución de la carne in vitro nos augura un mundo donde las granjas industriales y los mataderos serán prohibidos por ley. Antes de contemplar en serio el jainismo de alta tecnología, cerremos las fábricas de muerte.

    * * *

    English version, 2016.

    traductor: Diego Andrade
    diego.andrade.y@gmail.com, 2023

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